Casi todos los fabricantes incluyen en los manuales de instrucciones advertencias sobre las consecuencias de calentar líquidos en el microondas.

Actualmente todos tenemos un microondas en nuestras casas que como mínimo lo usamos para calentar agua, leche o un café, pero realmente no sabemos las consecuencias de este acto. Tras esta acción cotidiana existe un riesgo que incluso los propios fabricantes advierten en su manual de instrucciones.

No solo el recipiente puede quemar a la hora de cogerlo, también “puede provocar ebulliciones eruptivas con retraso”; así aparece en las advertencias de algunos modelos. Es decir, al calentar un vaso o recipiente con líquido en su interior te arriesgas a que este pueda estallar y provocarte quemaduras o incluso cortes.

¿Por qué ocurre esto?
El sistema de calentamiento de este electrodoméstico, mediante ondas electromagnéticas que hacen vibrar las moléculas, produce que los líquidos puedan alcanzar altas temperaturas sin pasar por el punto de ebullición, pudiendo llegando al estallido.

¿Cómo podemos evitar esto?
Si removemos el líquido con una cucharilla metálica, y al sacarlo esperamos unos segundos fuera del microondas y lo removemos otra vez con cuidado, evitamos correr el riesgo de que el recipiente estalle.

También se recomienda utilizar potencias más bajas y reducir el tiempo de calentamiento.