(EFE).- El Festivalino de Pescueza, el festival musical ‘más pequeño del mundo’, pues son quince conciertos musicales en un municipio cacereño de 150 vecinos, ha bajado este domingo el telón de su XVIII edición atendiendo a sus tres fines: la cultura, el respeto por el entorno rural y la naturaleza, y «el buen rollo» entre asistentes y artistas.
Una de las actividades más importantes de este evento, la que reúne los tres conceptos anteriores, es la plantación de árboles que cada año realizan en la dehesa de la localidad los artistas que previamente han sido elegidos como ‘padrinos’ y ‘madrinas’ del Festivalino.
Naturaleza
La plantación de este año -una antigua escombrera ubicada en la dehesa boyal de la localidad- ha estado protagonizada por el cantautor malagueño Juan Gómez Canca ‘El Kanka’, el cuarteto catalán Las Migas y la joven extremeña Chloe DelaRosa, quienes este domingo han cumplido con este cometido «emocionados y agradecidos», como han asegurado, ante la atenta mirada de los vecinos.
Este festival, que también incluye actividades culturales y talleres medioambientales, se ha consolidado en el panorama musical de la geografía extremeña con una señas de identidad muy claras y que han servido para atraer un año más a visitantes de localidades próximas y no tan próximas.
«Pescueza ha estado a reventar» los tres días del festival, ha afirmado la alcaldesa de la localidad y también directora del festival, Agustina Fernández, quien se ha mostrado «superagradecida» de la respuesta de sus vecinos y de los visitantes.
La lucha contra la despoblación, poner en el mapa las zonas rurales y concienciar sobre el medioambiente son «nuestros valores y los ejes» de este festival, que también ofrece espacios para exponer costumbres, tradiciones, viejos oficios y gastronomía.
Compromiso
Todo ello se adereza, según ha expuesto durante la clausura, con la música de cantantes comprometidos con la defensa del medio rural, la lucha contra la despoblación y la conservación de la naturaleza.
«No creo que a la gente con dos dedos de frente no le preocupe el cambio climático, el calentamiento global y los destrozos que estamos haciendo en el planeta», ha dicho ‘El Kanka’, quien ha asegurado que plantar un árbol es mucho más que un simple gesto, es «amor por la naturaleza en un mundo en el que parece que solo importa el dinero».
En la plantación también ha participado el secretario general de Cultura de la Junta de Extremadura, Francisco Palomino, quien ha defendido el Festivalino como «un referente bien hecho desde el entorno rural y que se proyecta al mundo».
«Yo creo que es muy importante que desde Extremadura, nuestra cultura, nuestra forma de hacer las cosas, no genere única y exclusivamente identidad interna, que eso está muy bien, sino que seamos capaces de proyectarla», ha apuntado.
Tras la plantación, los cantantes han vuelto a su faceta artística y han subido al pequeño escenario ubicado en la plaza Mayor de Pescueza, que en esta edición ha visto pasar también a Tam Tam Go!, El Gato con Jotas, Garraspera, Willy Willazo, A garulla, Tocando techo, Los Mejías, Muchachito Bombo Infierno y Asina Önde, entre otros artistas.