La exposición, que está abierta desde este miércoles hasta el próximo 13 de octubre, está conformada por piezas que posteriormente se incluirán en la “Sala Tarteso” con la que contará el museo pacense dedicada a esa época.

El Museo Arqueológico Provincial de Badajoz expone la muestra “El Tesoro de Segura de León. 40 Años después” para poner en valor este hallazgo de gran relevancia histórica para la comunidad autónoma, un precursor de hitos posteriores tan importantes como los descubrimientos de El Turuñuelo de Guareña.

La exposición, que está abierta desde este miércoles hasta el próximo 13 de octubre, está conformada por piezas que posteriormente se incluirán en la “Sala Tarteso” con la que contará el museo pacense dedicada a esa época, ha explicado en una comparecencia el secretario general de Cultura, Francisco Palomino.

El proceso de licitación para la adecuación de la sala da un paso importante hoy al concluir el plazo de presentación de ofertas por parte de las empresas interesadas, por lo que este jueves se reunirá ya la primera mesa para la contratación del proyecto, ha adelantado Palomino.

La exposición “El Tesoro de Segura de León. 40 Años después” demuestra cómo en el siglo V antes de Cristo ya se trabajaba con técnicas aún vigentes, como se comprueba por ejemplo en la bellota de oro, utilizada como colgante o para decoración, que forma parte de la muestra.

El director del museo, Javier Heras, ha señalado por su parte que las vitrinas y tótems explicativos e interactivos de la muestra ponen en valor las joyas encontradas en Segura de León, e incluyen además piezas halladas en Cancho Roano o en Lacimurga, del mismo periodo y elaboradas a través de similar tecnología.

El tesoro fue hallado por un ciudadano particular, que lo notificó a la Junta de Extremadura aportando además datos sobre el paraje donde lo encontró, en una sierra en las inmediaciones del Segura de León, “supuestamente” en el interior de una olla cerámica de la cual no quedan restos, ha explicado.

Ha comentado que la Administración autonómica trabajó entonces para “aclarar las circunstancias del hallazgo” y adquirir las piezas para que “no se fueran de Extremadura”.

Las excavaciones arqueológicas posteriores en el entorno buscaron a su vez datar el periodo de este descubrimiento -estos trabajos sitúan el hallazgo en la Segunda Edad del Hierro por los restos de construcciones encontradas- o hallar más piezas.