La propuesta de Vox pedía igualmente inhabilitar cualquier partida presupuestaria destinada a reubicar inmigrantes «ilegales»; y establecer la política en materia de cooperación internacional como competencia «exclusivamente» del Gobierno de la nación

El pleno de la Asamblea de Extremadura ha rechazado (con los votos en contra del PP, del PSOE y de Unidas) una propuesta de pronunciamiento de Vox mediante la cual esta formación aboga por ofrecer «billete y para su casa» a los inmigrantes «ilegales».

De este modo no ha prosperado en el pleno de la Cámara regional de este jueves una propuesta mediante la cual Vox instaba a los municipios de Extremadura a aprobar ordenanzas que regulen los incumplimientos de la ciudadanía en relación con sus obligaciones con el Padrón Municipal, evitando que los inmigrantes «ilegales» puedan empadronarse; así como a oponerse a la reubicación en el territorio municipal de inmigrantes ilegales o irregulares sin solicitud de protección internacional, o bien con dicha solicitud, previa certificación ministerial denegatoria.

La propuesta de Vox pedía igualmente inhabilitar cualquier partida presupuestaria destinada a reubicar inmigrantes «ilegales»; y establecer la política en materia de cooperación internacional como competencia «exclusivamente» del Gobierno de la nación.

«Bienvenidos los que legalmente llegan a España a trabajar, bienvenidos los honrados que respetan nuestra cultura, nuestras normas de convivencia, nuestras leyes y entran en nuestra casa llamando a la puerta… Bienvenido ellos, los demás billete y para su casa», ha espetado el portavoz de Vox en la Asamblea, Óscar Fernández Calle como argumentación de la propuesta de su grupo.

PLANTEAMIENTOS DE VOX

Así, Fernández Calle, ha incidido en que España y el resto de Europa «está sufriendo una invasión migratoria que pone en grave riesgo el futuro del continente tal y como se conoce, con consecuencias directas sobre la convivencia, la seguridad y la prosperidad de todos los europeos».

«La inmigración debe ser controlada, adaptada a las necesidades de España y con voluntad de adaptación», ha dicho, y ha reafirmado que Vox quiere «acabar con toda forma de inmigración ilegal», y ha considerado que «hay que poner fin a las políticas de efecto llamada que han llevado a miles de personas a jugarse la vida con la complicidad de ongs que están cobrando y hacen de ello su modo de vida con el sufrimiento de los demás».

Así, ha dicho que hay que lanzar el mensaje «claro» de que «cualquier inmigrante que llegue ilegalmente a España nunca podrá regularizar su situación aquí», ya que a su juicio «en España sólo se debería entrar de forma legal, ordenada y con la voluntad de integrarse en la nación».

«Debemos además eliminar todas las ayudas públicas a inmigrantes en situación ilegal y por supuesto a las ong o cualquier entidad que destine fondos a promover, ayudar y a sostener esta inmigración ilegal, y por supuesto endurecer las penas a las mafias que se lucran de ello», ha apuntado.

También, ha apostado por «reformar» la normativa en materia inmigratoria y, mientras tanto, por que las autoridades terminen con el «uso fraudulento» que se hace de las normas vigentes en la figura del arraigo o el asilo con la «única motivación de parar los trámites administrativos que deberían desembocar en su expulsión inmediata».

PP

A su vez, el portavoz del PP en la Asamblea, José Ángel Sánchez Juliá, ha explicado el voto en contra de su grupo a la propuesta de Vox con el argumento de que, si bien no está de acuerdo con la política migratoria «de puertas abiertas» del Gobierno de España, tampoco lo está con una propuesta como la de la formación ultraderechista que «dice no a todo, que no pone ninguna solución al problema, y que además intenta meterse en las competencias que tienen los ayuntamientos diciéndoles cuáles son las ordenanzas que tienen que aprobar.

En este sentido, ha defendido que Extremadura «es una tierra solidaria, de acogida, respetuosa y en la que todo el mundo tiene cabida». «Lo ha sido, lo es y lo será y nunca va a dejar de serlo», ha espetado como «convencimiento del PP y del Gobierno de María Guardiola».

Así, ha afirmado que el PP apuesta por una «política seria, de rigor, de altura de miras, que trabaje en el territorio, porque el problema no empieza cuando un cayuco o una patera llega a las costas, sino que empieza cuando alguien en otro país tiene que verse abocado a un viaje que no sabe si será el último».

Con ello, ha considerado que el Gobierno de España «tiene que trabajar» porque «lo primero que hay que hacer es trabajar en los países de origen para evitar que esta inmigración se produzca; lo siguiente que hay que hacer es reforzar los controles fronterizos; también dotar de medios a las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado; y garantizar una atención de calidad, huyendo de intentar buscar el titular de la cantidad», y ha afirmado que para ello la «coordinación» con las CCAA y los ayuntamientos es «importante».

PSOE

De su lado, la diputada del PSOE Teresa Nuria García Ramos ha defendido que la inmigración para su partido es un tema de «estado», ya que «cuando se habla de inmigración se habla de personas», por lo que –ha remarcado– «en España no hay personas ilegales, hay personas en situación administrativa irregular y en su mayoría están en circunstancia de marginalidad».

En este sentido, tras indicar que el de la inmigración es un «fenómeno que seguirá en aumento», ha defendido que éste debe ser entendido como «una oportunidad y un desafío» y no como un «problema». «Debemos buscar la simbiosis, la unión entre ellos que están llegando y nosotros para ser capaces de eliminar por fin las diferencias y que dejemos de hablar de ellos y nosotros», ha apuntado.

La socialista, igualmente, ha criticado que lo que «realmente» quiere Vox es que las personas que llegan en situación irregular «no tengan acceso a los servicios básicos», a través de «discursos racistas, xenófobos» con propuestas «dañinas» con las que quieren que «haya personas de primera y de segunda».

«Ya está bien de afirmar que los inmigrantes son delincuentes», ha espetado García Ramos, quien ha criticado que Vox quiere que los migrantes «no accedan a los servicios públicos y sean expulsados», cuando en realidad lo que habría que hacer es «proteger y establecer los mecanismos necesarios para que no sigan en situación de marginalidad».

UNIDAS POR EXTREMADURA

Mientras, la portavoz de Unidas por Extremadura, Irene de Miguel, ha criticado «el racismo, el clasismo, el fascismo» que encierra la propuesta «basura» de Vox, ha dicho, al pedir la «expulsión» de inmigrantes.

Ha lamentado que Vox esté «criminalizando y deshumanizando a los inmigrantes, al igual que lo hicieron los nazis con los judíos y que lo está haciendo el Gobierno israelí con los palestinos».

«Vox claro que quiere inmigrantes y los necesita, pero los necesita precarios, sin derechos, explotados, para poder estar trabajando en el campo de sol a sol, para poder estar prostituyéndose en los puticlub, para poder estar de esclavas siete días a la semana 24 horas al día cuidando de sus mayores», ha reprochado De Miguel, quien ha recordado que «las personas tienen derechos».

Asimismo, ha defendido que las sociedades multi-culturales que «tanto molestan» a Vox son «mucho más solidarias y diversas», algo que «nunca tiene que ser una cuestión negativa, sino al revés». «Ustedes (Vox) carecen de la más mínima humanidad y de la más mínima compasión. Ningún ser humano es ilegal», ha defendido, al tiempo que ha considerado que Vox «son el mayor peligro para la democracia».

Cabe apuntar, igualmente, que en su turno final de intervención, una vez escuchado el posicionamiento de todos los grupos y conocido el voto en contra del PP a la propuesta de su grupo, el portavoz de Vox, Óscar Fernández Calle, ha lanzado a los ‘populares’ el mensaje de que la «paciencia» de su partido –socio del PP en el Gobierno regional– es «enorme pero no infinita». «Jamás habrían soñado tener un socio como el que tienen, firmes, leales y con una paciencia enorme pero no infinita», ha espetado al PP.