De Miguel asegura que su formación no seguirá siendo partícipe de “esta farsa” y pide un “cambio real” por parte del Ejecutivo para negociar las cuentas.
La portavoz de Unidas por Extremadura, Irene de Miguel, ha anunciado este viernes que su grupo parlamentario no se volverá a sentar a negociar los presupuestos con el gobierno de María Guardiola hasta que no haya “un cambio real” por parte del Ejecutivo y demuestre “voluntad real de diálogo”.
Durante una rueda de prensa celebrada en Mérida, De Miguel ha asegurado que en la primera reunión mantenida hace justo una semana, “el PP ha demostrado que estas conversaciones son una farsa y que no existe ningún espíritu por intentar llegar a un acuerdo presupuestario con fuerzas políticas como la nuestra”.
Así pues, la portavoz de Unidas ha realizado estas afirmaciones después de constatar que el gobierno de María Guardiola no tiene intención de modificar cuestiones claves en los presupuestos del próximo año, como es el capítulo de ingresos.
“Lo primero que nos dijo la consejera de Hacienda es que no se iba a mover ni una coma su política fiscal. Una política fiscal que pretende emular a la llevada a cabo por la señora Ayuso en Madrid y que sólo beneficia a las clases más privilegiadas, a los que más tienen”, ha argumentado.
A su vez, la líder de Unidas por Extremadura también ha explicado que su formación recibió otra negativa a otra propuesta que consideran importante, como es la puesta en marcha de una nueva figura impositiva que grave a las grandes instalaciones fotovoltaicas.
“Negarse a ello es dar un portazo a la negociación y cerrar cualquier posibilidad de acuerdo”, ha dicho De Miguel, quien ha recordado que para afrontar los verdaderos retos que tiene Extremadura es necesario contar con más ingresos.
Y es que, tal y como ha subrayado, “para poner en marcha la batería de inversiones, valientes y ambiciosas, que le planteamos, es necesario contar con más recursos”, según informa la formación morada en una nota de prensa.
En este punto, la portavoz de Unidas ha recordado las medidas que le trasladaron a la consejera en la primera reunión, que son: topar las subidas abusivas de los alquileres, reducir ratios y ampliar los comedores escolares, disminuir las listas de espera sanitaria con mayor inversión presupuestaria, aumentar en 1.000 el número de plazas públicas en residencias de mayores y establecer una renta agraria para nuevas incorporaciones para facilitar el relevo generacional en el campo.
Del mismo modo, De Miguel ha insistido en que “el fanatismo fiscal” de la presidenta Guardiola demuestra que la negociación presupuestaria “es una especie de paripé porque ella tiene muy claro quién quiere que sea su pareja de baile”.
De hecho, la portavoz de Unidas por Extremadura ha recordado que el mismo día de las negociaciones, la propia presidenta anunció, antes de que se produjeran las reuniones, 20 millones para el regadío de Tierra de Barros, “para hacerle un guiño directo a Vox”.
En definitiva, “20 millones para un proyecto que está ya enterrado y que lo único que hacer es seguir alimentando el circo político y la agonía de los agricultores”, ha sentenciado.