Una lápida funeraria hallada en Regina revela la prosperidad de la ciudad en época imperial.
La pieza ha sido donada por un vecino al Ayuntamiento de Casas de Reina para el futuro museo municipal.
Rufinia y Terentiano vivieron en la ciudad romana de Regina allá por el segundo siglo de nuestra era. La primera pasó a mejor vida y el segundo le dedicó una lápida de mármol que ha sido entregada al Ayuntamiento de Casas de Reina. La pieza no está completa, ni la inscripción que en ella aparece. El campo epifráfico conservado consta de cuatro líneas que tampoco se han conservado en su totalidad lo que no ha impedido a los arqueólogos sacar una serie de conclusiones que apuntan a la extraordinaria riqueza económica de Regina Turdulorum, una ciudad en la que hasta los esclavos podían prosperar.
Rufinia consiguió la libertad en algún momento de su vida después de ser esclava del dedicante. Se da la circunstancia de que Terentiano experimentó en el mismo proceso en su ciclo vital, pasó de esclavo a liberto. Según el historiador y arqueólogo Manuel Grueso, dicha lápida refleja por un lado“la importancia de la ciudad en el siglo II dC, por su estratégica situación y por la riqueza de las tierras, la ganadería y las múltilples minas de la zona. Además de la pieza se desprende “la profunda romanización de los reginenses, tanto por la onomástica que aparece, los dioses a los que se consagra el epígrafe y por las fórmulas generales empleadas”.
La transcripción de la lápida funeraria según Grueso sería: “Consagrado a los dioses Manes, Rufinia, liberta y discípula del liberto Lucio Rufinio Terentiano”. Los años de Rufinia aparecen borrados así como una más que probable línea final con el clásico “que la tierra te sea leve”.
La pieza tiene otra particularidad, fue reutilizada en el siglo XVI para la misma finalidad realizandose una inscripción irregular en la parte posterior con un punzón. Aparece una cruz cristiana en la parte superior y se intuyen algunos apellidos como “Pardo Tena” o “De la Fuente o de la Puente” además del año 1547, fecha en que se procedió a la reutilización de la lápida según Grueso.
Una donación para el futuro museo de Regina
La lápida de Rufinia ha sido donada por un ciudadano de Casas de Reina al Ayuntamiento de la localidad que lucha por la construcción de un museo de sitio que albergue todo lo encontrado en Regina. Desde hace unos años, y en colaboración con la Asociación Regina Viva, se han puesto en marcha diversas iniciativas encaminadas a concienciar a la ciudadanía de la necesidad de devolver los distintos restos procedentes de Regina con la idea de conformar una exposición permanente en un futuro museo municipal. “Sabemos que sigue habiendo muchas piezas en manos de particulares porque no se trata solo de Regina.
Estamos hablando de que alrededor de la ciudad existieron muchas villas que aún no han sido excavadas y de las que han aflorado diversos restos con el trabajo de la tierra”, asegura Agustín Castelló, el alcalde de Casas de Reina que espera que “todos esos restos acaben en un futuro museo de sitio de sitio”.