(EFE).- Un vecino de Plasencia (Cáceres) ha reunido más de 35.000 firmas a través de la plataforma Change.org para solicitar que se modifiquen los actuales criterios de asignación de plazas en residencias en Extremadura al objeto de que no separen a sus padres después de 60 años casados y conviviendo juntos.
Se trata de José Hernández, cuyos padres, Desiderio y María Soledad, tienen 84 y 80 años y han sido diagnosticados de Alzhéimer.
“Van a hacer 60 años de casados y aún me emociona ver esa conexión. Por eso se me parte el alma cuando los miro y sé que quizás tengan que separarse justo ahora, en los últimos años de sus vidas”, ha explicado el placentino.
Atención
Hernández ha detallado que sus padres necesitan ayuda las 24 horas y aunque él pasa mucho tiempo con ellos e incluso muchas noches se queda a dormir, “no es suficiente”.
“Mi madre en cuestión de meses ha pasado de cocinar y valerse por sí misma a pasar la mayor parte del día inmóvil, incapaz de asearse sola, con la mirada perdida. Es muy duro verles así”, ha lamentado.
En este sentido, el placentino ha indicado que la familia ha solicitado para ambos una residencia pública en Extremadura.
“Y aunque parezca increíble, hemos sabido que en los criterios para asignar plazas no se tiene en cuenta que son un matrimonio.
Valoran a cada uno por separado incluso teniendo la misma enfermedad y, por ello, podrían asignarle a cada uno una residencia distinta. Separándoles en sus últimos años y después de haber pasado toda una vida juntos”, ha afirmado.
Criterios
De esta forma y con la intención de “impedirlo antes de que sea demasiado tarde”, José ha lanzado una recogida de firmas en Change.org a través de la cual solicita modificar la actual normativa “para evitar que matrimonios que llevan toda la vida juntos tengan que separarse así”.
En este sentido, ha pedido que al asignar residencias “tengan en cuenta la convivencia de años a la hora de baremar”.
El placentino ha agregado que con una residencia privada todo se solucionaría pero, según sus cálculos, ambas plazas les costarían cerca de 5.000 euros mensuales: “¿quién puede gastar eso una vez al mes?”.
Jose Hernández asegura que separar a sus padres de un día para otro sería “una experiencia desgarradora para ellos” y por ello insiste en la necesidad de cambiar el baremo “para que las parejas de ancianos, especialmente aquellas que lidian con enfermedades crónicas como el Alzheimer, puedan terminar sus días juntas”.
“Aunque el recuerdo se borre, ese cariño se mantiene entre ambos y lo último que se pierde es el amor”, señala