Secar la ropa en invierno se puede prolongar días debido a las bajas temperaturas y a la humedad del ambiente. Te ofrecemos algunas recomendaciones para hacerlo con la mayor brevedad posible sin que huela humedad.
Los meses de otoño e invierno traen consigo el frío y problemas derivados de él como, por ejemplo, secar la ropa. Las temperaturas bajan y la humedad aumenta por las lluvias y la nubosidad. Con estas condiciones es difícil que nuestras prendas se sequen con rapidez en exteriores, un problema que se acentúa para aquellas personas que no disponen de balcones o terrazas y se ven obligadas a tender en casa.
Una de las soluciones podría ser utilizar la secadora pero, ¿qué pasa cuando tampoco dispones de ella? Te ofrecemos algunas recomendaciones:
- El tendedero es el utensilio más conocido, los más comunes son los horizontales, aunque los verticales te ayudarán a ocupar menos espacio. Para un secado más eficaz será necesario no colocar la ropa doblada, ya que reducimos la superficie de evaporación.
- Tendedero eléctrico: es igual que uno convencional, pero con un interruptor que hace que sus barras de aluminio se enciendan y calienten.
- Colgar la ropa en perchas: si dejamos la ropa con un poco de humedad residual podremos evitar las arrugas.
- El radiador: es un truco infalible para que la ropa se seque de manera breve. Aunque, cuidado, ya que no deberás colocar las prendas sobre él ya que podrías quemarlas o incluso dañar el radiador. Lo ideal es situarlas cerca de él en una percha, silla o tendedero y aprovechar su calor.
- Secador eléctrico: es una especie de armario pequeño donde se pueden introducir los textiles en perchas. De forma rápida salen secas.
¿Cómo evitar el olor a humedad?
Uno de los problemas derivados de secar la ropa en interiores es el olor a humedad que las prendas dejan. También te ofrecemos algunos trucos para evitarlo:
- Escurrir bien antes de colgar la ropa: Cuanto más secas estén las prendas al tenderlas, menos olor desprenderán. Si ves que están muy mojadas lo ideal es realizar un segundo centrifugado.
- Utilizar un deshumificador: Harán que el ambiente esté más seco.
- Utilizar ciclos de lavados cortos: los centrifugados son más rápidos y las prendas salen menos mojadas.
- Dejar espacio entre la ropa: al colgar la ropa lo ideal es dejar espacio entre las prendas para que corra el aire y no se originen bacterias.