La ermita de la Virgen de Botos ha sufrido el robo de la campana que estaba situada en su espadaña. Esta Ermita se ubica en la orilla del Río Botós a unos 7 kilómetros del pueblo entre Hornachos y esta ultima localidad.
Según informa el periódico regional HOY fué el domingo pasado cuando el alcalde de Puebla del Prior, Genaro Macías como es costumbre entre los vecinos de este pueblo de unos 460 vecinos situado entre Hornachos y Ribera del Fresno, fue a comer al campo junto unos amigos junto a la ermita de la Virgen de Botós, la patrona de la localidad. «Nos dimos cuenta de que faltaba la campana. Pensamos que se había caído, porque es muy antigua, al tejado, pero comprobamos que no era así. La han robado», relata el alcalde a HOY.
Según reza en una inscripción en su fachada, la edificación religiosa se construyó en 1760. «Supongo que ese año se puso también la campana y desde entonces estaba. El caso es que la que han robado es muy antigua, eso es seguro aunque no sea de ese año exactamente.
Y es de bronce. No tenemos más información», indica el edil , tras confirmar que ya ha sido denunciado el robo ante la Guardia Civil.
No se perciben robos en el interior de la ermita ni en lo que lleva puesto la Virgen. Tampoco hay daños en el tejado y «eso que es una campana que debía pesar cerca de treinta kilos» y la han tenido que coger entre dos personas como mucho.
Hace ocho años robaron las joyas que llevaba puesta pero eran de escaso valor habitualmente, como lo son las que llevaba ahora de diario. Precisamente para evitar que haya gente que se crea que valen mucho y quiera robarlas. Estando en medio del campo, a siete kilómetros del pueblo, hay que evitar tener cosas de valor a la vista», dice.
Macías no entiende por qué han robado la campana de la ermita. «Suponemos que o bien para fundirla y recibir lo que le puedan dar a los ladrones por el bronce, que es nada, una miseria, o porque la hayan robado para venderlas a un dueño de un cortijo, o una casa de campo, se está investigado afirma.
Hace poco en Huelva robaron dos campanas y han logrado recuperarlas siguiendo varias pistas», agrega el alcalde de Puebla del Prior.
Para Macías, el robo supone, aparte del impacto económico (es llevadero, dice, porque «igual una campana nueva puede costar 1.000 euros o así»), el daño emocional para la localidad, por producirse en la ermita de su patrona, y además «crea la incertidumbre de hasta dónde van a llegar los ladrones”.