Si cuando se anunció la medida ya hubo reacciones en contra, ahora desde ASAJA denuncian que las recientes declaraciones de la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, en las que afirma que el campo tiene margen para reducir la jornada laboral, «evidencian un profundo desconocimiento del funcionamiento real del sector agrario».

En este sentido, la organización destaca que «el campo no entiende de horarios fijos ni de esquemas de despacho. La jornada en el medio rural viene marcada por la climatología, los ciclos de los cultivos, el estado del suelo, el momento del ordeño o la maduración de la fruta. La naturaleza no se adapta al reloj, y el trabajo en el campo exige flexibilidad, esfuerzo y una disponibilidad que ningún decreto puede encorsetar».

Asimismo, recuerdan que la situación del sector es crítica: los costes de producción se han disparado y los precios que recibe el agricultor y el ganadero no cubren gastos. El aceite ha caído un 40% en origen, el cereal acumula una bajada del 15% desde que comenzó el año. «Mientras tanto, se pretende imponer una reducción de jornada sin tener en cuenta ni las particularidades ni las dificultades del medio rural».

“NO SE PUEDE LEGISLAR DESDE UN DESPACHO SIN PISAR EL TERRENO. EL CAMPO NECESITA SOLUCIONES, NO OCURRENCIAS. NECESITA UNA MINISTRA QUE ENTIENDA SU REALIDAD, NO QUE LEGISLE DE ESPALDAS A ELLA”

Además del problema de mano de obra que ya sufre el sector y del incremento de los costes laborales que esta medida supondría, dsde ASAJA creen que «simplemente no se podrá aplicar en las condiciones reales del campo».

«No se puede legislar desde un despacho sin pisar el terreno. El campo necesita soluciones, no ocurrencias. Necesita respeto, no estigmatización. Y, sobre todo, necesita una ministra que entienda su realidad, no que legisle de espaldas a ella», lamentan, a la vez que insisten en que Yolanda Díaz tiene «un profundo desconocimiento del funcionamiento real del sector agrario».

Por eso están en contra del Proyecto de Ley y piden a los partidos políticos que «actúen con cordura y no lo lleven adelante. Desde ASAJA instamos al Gobierno a que escuche al sector primario antes de tomar decisiones que agraven aún más su situación. El campo es esencial para la economía, para el empleo y para la alimentación de todos. Y merece ser tratado con la seriedad que exige su papel».

En el mismo sentido, se ha mostrado FEPEX, que rechaza el proyecto de ley de reducción de la jornada laboral, que se ha hecho sin tener en cuenta la negociación colectiva y sin tener en cuenta las especificidades del sector hortofrutícola, uno de los que más empleo generan en la agricultura y en el que la mano de obra supone hasta el 45% de los costes de producción, «por lo que provocará pérdida de competitividad en las explotaciones y afectará al empleo».

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