La muerte del papa Francisco supone el inicio de un protocolo con determinadas actuaciones hasta que se elige al nuevo pontífice.
El papa Francisco no ha podido superar los problemas de salud que complicaron su estado en los últimos días. Ingresado en el Hospital Gemelli de Roma, el pontífice llegó con una infección polimicrobiana y su cuadro se complicó con una neumonía bilateral y una insuficiencia renal después.
Sede vacante: el inicio del protocolo para elegir el nuevo Papa
La muerte del Papa ha causado millones de reacciones en todo el mundo mientras la Santa Sede ya inicia el protocolo para trasladar su cuerpo y elegir al sucesor de Francisco. Al fallecer, la Iglesia queda en sede vacante, esto es, el periodo en el que se encuentra sin Papa. A partir de este momento, la Constitución apostólica mantiene que hay 15 días de plazo para convocar a los cardenales a la Capilla Sixtina y celebrar el Cónclave que determinará quién será el nuevo Papa.
Durante el periodo de sede vacante, solo cuatro personas mantienen su jurisdicción: Kevin Joseph Farrell, el camarlengo; Angelo de Donatis, vicario general de la diócesis de Roma; Mauro Gambetti, arcipreste de la basílica del Vaticano y vicario general de la diócesis de la Ciudad del Vaticano; y Mauro Piacenza, penitenciario mayor. Todos los ministros cesan de su cargo.
Velatorio y funeral como quería Francisco
En primer lugar, el Artículo 13 de la Constitución apostólica establece que el anillo del Pescador y el sello de plomo del Papa deben ser destruido. Posteriormente, el cuerpo de Francisco será trasladado a la Basílica de San Pedro, en el Vaticano, para empezar el proceso del velatorio y el entierro, en fechas que aún debe confirmar el Vaticano.
Eso sí, el Papa dejó escrito cómo quería su funeral, más sencillo que sus antecesores. Francisco deseaba un funeral fiel a su estilo austero, con un ataúd abierto, de madera con el interior de zinc y que ya no será triple como antes, ni tampoco habrá exposición del cuerpo en un catafalco en San Pedro.
Así, su cuerpo será expuesto directamente en un féretro abierto en la Basílica de San Pedro y será cerrado en la víspera de la misa exequial, que es el siguiente paso del protocolo.
Misa exequial con los fieles en San Pedro
Los cardenales deben celebrar misas con el cuerpo de Francisco presente durante nueve días consecutivos. En anteriores ocasiones, estas exequias se han realizado en la Plaza de San Pedro para dar la posibilidad a la asistencia de los fieles.
Entierro bajo San Pedro
Tras las misas, el entierro es el último paso de dichos homenajes al Papa. Éste debe tener lugar en la cripta que hay bajo San Pedro, siempre entre el cuarto y el sexto día después de la muerte de Francisco.
Cónclave
Pasados quince días de la sede vacante, los cardenales quedan convocados a la Capilla Sixtina para celebrar el Cónclave que elegirá al sucesor de Francisco. Un ritual milenario que da paso a la famosa fumata blanca que escenifica el acuerdo para la elección del nuevo pontífice.
Antes tiene lugar una solemne misa, después de la cual los electores salen en procesión desde la Capilla Paulina invocando al Espíritu Santo. Cuando los cardenales entran en la Capilla Sixtina para votar, han de cerrarse las puertas después de que el maestro de las celebraciones litúrgicas pronuncia la frase Fuera Hombres, en latín.
Uno a uno, los cardenales van realizando el juramento antes de la votación. Nadie ha podido hacer campaña para ser Papa, puesto que solo las conversaciones en las reuniones entre cardenales han podido derivar en que pueda haber algún favorito.
Las votaciones se llevan a cabo exclusivamente en la Capilla Sixtina en total secreto. Lo que dice la norma es que se iniciará el conclave 15 días después de la Sede Vacante, aunque se podría permitir antes si están ya todos los cardenales en Roma.
No hay límite en el número de votaciones. Se deben realizar cuatro diarias, dos por la mañana y dos por la tarde. En principio, hay tantas como sean necesarias hasta que sea elegido un Papa por mayoría cualificada de dos tercios, aunque si en 33 escrutinios no hay resultado, solo se podrá votar entre los dos candidatos que hayan obtenido mayor número de votos. En este caso, también será necesario que el elegido obtenga dos tercios de los sufragios.
Cuando haya acuerdo, las papeletas serán introducidas en la estufa instalada en la Capilla Sixtina y el humo que desprenderá, según los líquidos químicos que se le añadan, será blanco.
ondacero.es