En España, las enfermedades más frecuentes trasmitidas por estos parásitos son la rickettsiosis y la enfermedad de Lyme.

Las garrapatas son pequeños parásitos, que pueden parecer insectos, pero tienen ocho patas y son parientes de las arañas. Se alimentan de la sangre de personas y animales de sangre caliente, y pueden ser de diferentes colores y tamaños.

Las podemos encontrar de color claro, marrón rojizo o marrón oscuro, y algunas son tan pequeñas que pueden ser difíciles de ver. Las garrapatas son parásitos de un gran número de animales silvestres y también de algunos domésticos, y si camina por áreas donde habitan, como pasto alto, hojarasca o arbustos, pueden agarrarse a tu cuerpo.

En España, el periodo de mayor actividad de las garrapatas es durante los meses de abril a octubre. El incremento de las temperaturas debido al cambio climático está provocando cambios en la distribución geográfica y en los ciclos de vida de las garrapatas, favoreciendo su expansión en la Península Ibérica.

Si te pica una garrapata, te puede transmitir alguna enfermedad infecciosa. En España, las frecuentes trasmitidas por estos parásitos son la rickettsiosis y la enfermedad de Lyme. Y, de forma ocasional, se han descrito casos de anaplasmosis, babesiosis, tularemia y fiebre de Crimea-Congo.

Las enfermedades más comunes en España

La rickettsiosis o fiebre botonosa mediterránea está causada por la R. conorii y se suele transmitir a los humanos a través de la R. sanguineus o garrapata del perro, o por las garrapatas ixodidae. Su periodo de mayor actividad va de mayo a octubre y el tiempo de incubación dura entre 5 y 20 días.

Por su parte, la enfermedad de Lyme es una infección bacteriana que se contrae por la picadura de una garrapata infectada. Al principio, la enfermedad causa síntomas como un sarpullido en la piel, fiebre, dolor de cabeza y fatiga. Pero si no se trata temprano, la infección puede extenderse a las articulaciones, el corazón y el sistema nervioso. El tratamiento inmediato puede ayudar a una rápida recuperación.

La Consejería de Sanidad, a través de la Dirección General de Salud Pública, desarrolla un conjunto de actividades para la prevención y el control de las antropozoonosis transmitidas por garrapatas, encuadradas entre las realizadas para la prevención de los riesgos ambientales biológicos transmitidos por vectores.

Se desaconseja la retirada de las garrapatas fijadas por los sistemas tradicionales como aceite, gasolina, o cortarlas, ya que han sido considerados de riesgo, facilitando el contagio de los patógenos que pudieran albergar. Por el contrario, se recomienda su retirada mediante pinzas de boca fina.

Consejos para evitar la picadura de garrapata

Se recomienda vestir ropa de colores claros, especialmente los calcetines, ya que será más fácil ver las garrapatas que se puedan adherir, y vestir prendas con mangas y perneras largas. En cuanto al calzado, evitar el uso de sandalias, mejor botas o zapato cerrado con los calcetines por encima del pantalón.

Utilizar repelentes autorizados

En la ropa: Permetrina 0,5%

En las partes expuestas de la piel como cara, cuello y manos repelentes con DEET >40%.

A los animales de compañía, se recomienda mantenerlos protegidos cuando salen al campo con repelentes externos.

En el caso de trabajar con animales o en actividades de caza, se recomienda no tocar el animal sin utilizar guantes y prendas de manga larga para proceder a su despiece o evisceración.

Al llegar a casa

Lo primero que hay que hacer es quitarse la ropa despacio y no ponerla a lavar directamente. Se recomienda inspeccionarla para comprobar que no hay garrapatas adheridas, y revisar con calma todo el cuerpo con especial interés en pliegues de la piel, axilas, ingles y cuero cabelludo. Además, de examinar bien a las mascotas si las tienes.

¿Qué hacer tras una picadura?

Si la garrapata está adherida a la piel debe quitarse rápidamente. La mayoría de las enfermedades transmitidas por garrapatas requieren que se adhiera e ingiera sangre durante algunas horas antes de que la persona se infecte.

Para empezar, se deben utilizar guantes y pinzas, y evitar aplastar la garrapata, reventarla o quemarla, ni utilizar remedios caseros como calor, aceite o vaselina. A continuación, se debe sujetar la garrapata desde la cabeza y tirar de ella suavemente hacia arriba.

Si tienes dudas sobre cómo proceder, es preferible acudir al centro de salud. El personal sanitario, además, podrá hacer un seguimiento de tu caso.

¿Qué hacer si aparecen síntomas?

Debes acudir al médico, si en los diez días posteriores a la exposición a garrapatas aparecen alguno de estos síntomas: fiebre, erupción cutánea, lesiones en la piel, dolores articulares, manifestaciones hemorrágicas como sangrados, hematomas, o sangre en deposiciones.

Si estuvieras en contacto con garrapatas puedes consultar las recomendaciones a seguir de la Unidad de Patología Importada y Salud Internacional.

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