Las formaciones Podemos, Izquierda Unida (IU) y Alianza Verde han confirmado su voluntad de repetir la confluencia política “Unidas por Extremadura”, la alianza que desde 2019 representa a la izquierda alternativa en la comunidad. La decisión, respaldada por las direcciones autonómicas de las tres organizaciones, llega en un contexto político marcado por la fragmentación del espacio progresista a nivel estatal, y refuerza la apuesta de Extremadura por la cooperación y el entendimiento entre fuerzas transformadoras.

La reedición de la confluencia se enmarca en el próximo ciclo electoral, cuya primera cita serán los comicios autonómicos adelantados en Extremadura, tras la convocatoria de la presidenta regional, María Guardiola, que ha fijado el cierre del plazo de registro de coaliciones para el 6 de noviembre. Pese al calendario ajustado, las tres organizaciones aseguran que el acuerdo está muy avanzado y que la candidatura conjunta será una realidad “en los próximos días”.

Una confluencia consolidada con siete años de trabajo conjunto

La coordinadora de Podemos Extremadura, Irene de Miguel, volverá a liderar la candidatura de Unidas por Extremadura, un proyecto que, en sus palabras, “ha demostrado durante estos siete años que otra forma de hacer política es posible: cercana, feminista, verde y con los pies en la tierra”.

De Miguel subraya que el trabajo conjunto de las tres formaciones “ha permitido consolidar un espacio político estable, con presencia institucional y con fuerte arraigo social”, y que “el objetivo ahora es ampliar esta confluencia con toda la gente que ha participado en la construcción de una alternativa real al PP y a las políticas de recorte que tanto han lastrado a nuestra región”.

Desde Izquierda Unida Extremadura, sus portavoces coinciden en que la experiencia de cooperación ha sido positiva y necesaria:

“Aquí hemos demostrado que cuando la izquierda se une, Extremadura gana. Hemos trabajado desde la base, con respeto a la pluralidad, escuchando a la ciudadanía y defendiendo un modelo de desarrollo justo y sostenible. Nuestro compromiso es seguir juntas, porque los extremeños no entenderían que no lo hiciéramos”.

Por su parte, desde Alianza Verde destacan el papel vertebrador que ha tenido la confluencia en el ámbito de las políticas ambientales y sociales:

“Funcionamos muy bien y estamos muy contentas. Unidas por Extremadura no es solo una coalición electoral, es una alianza viva que pone la ecología política al servicio del bienestar colectivo. Seguiremos apostando por el diálogo y por fórmulas que garanticen una voz verde fuerte en el próximo ciclo político”.

Extremadura marca el contraste con el escenario nacional

La unidad alcanzada en Extremadura contrasta con la situación de la izquierda a nivel estatal, donde Podemos e Izquierda Unida mantienen diferencias estratégicas que han dificultado acuerdos en otros territorios. A pesar de las tensiones entre las direcciones nacionales y las divergencias respecto a la coalición Sumar, las organizaciones extremeñas han priorizado el diálogo territorial y la realidad política propia de la comunidad.

Mientras que a nivel estatal Podemos ha condicionado cualquier alianza a un acuerdo nacional unificado y a la salida de IU del Gobierno de coalición, en Extremadura las direcciones autonómicas han optado por una vía pragmática y autónoma, centrada en los retos locales y en la voluntad de sus bases.

Desde IU Extremadura recuerdan que “los acuerdos políticos deben cerrarse territorio a territorio, respetando la idiosincrasia y las necesidades de cada comunidad”, una idea compartida también por Alianza Verde, que apuesta por “mantener la cooperación con Podemos en los lugares donde existe un trabajo conjunto real, más allá de coyunturas estatales”.

Un contexto político decisivo

El adelanto electoral de María Guardiola ha precipitado la reorganización de las fuerzas progresistas. En este nuevo escenario, Unidas por Extremadura considera que existe una oportunidad histórica para fortalecer el espacio de la izquierda transformadora, especialmente ante el desgaste del PSOE regional, cuyo candidato, Miguel Ángel Gallardo, se encuentra imputado en un proceso judicial que ha mermado la confianza en su liderazgo.

A este contexto se suma la falta de implantación del Movimiento Sumar en la región, un factor que podría dejar fuera de la contienda autonómica a la formación impulsada por Yolanda Díaz. Desde Podemos Extremadura advierten que “nuestra intención es reeditar y ampliar la confluencia, pero con criterios de coherencia y trabajo compartido; no haremos alianzas improvisadas con movimientos sin arraigo o sin recorrido territorial”.

Un proyecto común con vocación de futuro

La coalición reafirma que Unidas por Extremadura seguirá siendo un espacio de encuentro y transformación, comprometido con los valores del feminismo, la justicia social, el ecologismo y la defensa de los servicios públicos. Su objetivo, señalan, es “ofrecer una alternativa de gobierno responsable, participativa y centrada en las necesidades reales de la ciudadanía extremeña”.

La secretaria general de Podemos, Ione Belarra, ha respaldado públicamente la confluencia y el liderazgo de Irene de Miguel, destacando que “Extremadura será la primera cita electoral que marque el camino para la reconstrucción de la izquierda transformadora. Unidas por Extremadura es la semilla de esa recuperación y la muestra de que la unidad, cuando se construye desde la base, es posible”.