La Unión Extremadura exige la convocatoria urgente de la mesa de la sequía en Extremadura para estudiar apoyos a este sector castigado por segundo año consecutivo.

Desde las últimas lluvias provocadas por la Borrasca Efraín el pasado 9 de diciembre de 2022, hace algo más de 4 meses, en Extremadura apenas ha caído una gota de agua, por lo que los pantanos están como quedaron en aquella fecha y la práctica totalidad de los cultivos de secano, o bien se han helado o se han secado por la escasez de lluvia.

En Extremadura tenemos actualmente más de 192.000 hectáreas sembradas de cereal de invierno (trigo, cebada, avena y triticale, principalmente) en las que el daño se valora en casi el 100% de la cosecha, la mayor parte de ellas no se van a recolectar porque el valor de la cosechadora es superior a la escasa cosecha que podrían aportar.

Tenemos más de 10.000 hectáreas de proteaginosas, muchas de ellas sembradas para cumplir los ecorregímenes de la PAC que o bien ya se han volteado o lo haremos en los próximos días.

A esta situación catastrófica en los cultivos tenemos que añadir la escasez de pastos que empieza a presentarse para la alimentación del ganado, con escasos pastos, unos piensos muy caros y la falta de cereal y paja para cubrir las necesidades alimentarias del ganado en los próximos meses.

Es cierto que la sequía hidráulica es menor que la que padecimos el año pasado pero más de 16.000 hectáreas de maíz y más de 6.000 hectáreas de arroz se van a quedar sin sembrar por no tener dotación de agua para riego.

La Unión Extremadura ha calculado una pérdida por sequía superior a los 240 millones de € en la presente campaña, que se vienen a sumar a las pérdidas ocasionadas en la campaña pasada. Por este motivo hemos solicitado  a la Consejera de Agricultura la convocatoria urgente de la mesa de la sequía para estudiar las medidas necesarias para paliar el desastre que se avecina y para empezar a estudiar líneas de apoyo a este sector castigado por la sequía por dos años consecutivos