La candidata a la presidencia del Partido Popular de Extremadura, María Guardiola,
ha  visitado las localidades  de Azuaga, Llerena y también Berlanga, donde ha compartido actos públicos con militantes y simpatizantes.
En estos municipios, María Guardiola ha agradecido el trabajo de alcaldes y concejales, porque son fundamentales para resolver los problemas más cercanos de los ciudadanos. La candidata popular ha abogado por seguir trabajando en la línea de un PP de Extremadura “fuerte y cada vez más grande” en el que “tenga cabida todo aquel que venga a aportar y a sumar”.
“El PP es un partido de vocación de Gobierno y en estos momentos de dificultades es cuando más nos reclaman que demos la talla. No vamos a defraudar a los extremeños y vamos a dar el nuevo impulso que necesita esta región”, ha concluido.
María Guardiola ha dicho que hay que cambiar las políticas económicas que están viéndose erráticas para frenar la inflación, y ha criticado que los gobiernos de Vara y de Pedro Sánchez no estén tomando medidas para ayudar a las familias ante la insostenible escalada de los precios que está generando grandes problemas a todos los ciudadanos para llegar a fin de mes.
María Guardiola ha recordado que el IPC y la carestía de los productos de consumo no entiende de condición social, sino que se aplica a todos por igual, por lo que perjudica más a las familias que menos tienen, algo que no se puede consentir, porque «es el peor lastre para las familias y la política más antisocial».
La candidata popular ha recordado que el último dato de avance del IPC nacional de junio recogía una subida del 1,8% mensual y eleva la tasa interanual al 10,2% (un punto y medio más que en mayo). Teniendo en cuenta que el IPC de Extremadura estuvo en mayo siete décimas por encima de la media, es posible que el dato regional (que se conocerá la próxima semana) se aproxime al 11%, algo totalmente insostenible.
Además, lo que considera más incomprensible la próxima presidenta popular es que el PSOE ni llega a tomar el asunto como tema de interés para incorporarlo en los grandes debates, como el de esta tarde, y prefiere la autocomplacencia y repetir los mismos mensajes de hace 20 años.