Los guardas de coto de caza, unos 600 en Extremadura, pueden continuar trabajando tras el último real decreto del Gobierno que impone nuevas restricciones para reducir la movilidad de la población en la lucha contra el Covid-19, según informa la Federación Extremeña de Caza (Fedexcaza).
En Extremadura, en la última temporada había 1.553 cotos de caza, de los que 355 son cotos sociales, de acuerdo a los datos facilitados a Efe por la federación.
Entre las funciones de los guardas de caza se encuentran las tareas de vigilancia y son además auxiliares de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado, por lo que «quedarían excluidos del permiso retribuido».
De este modo, podrán seguir desempeñando su trabajo siempre que dispongan de «un contrato de trabajo con la propia sociedad de cazadores, así como con su titulación de guarda de coto de caza en vigor».
Si la caducidad del título de guarda se produce durante el estado de alarma, éste se considerará en vigor hasta que finalice esta situación, añade Fedexcaza.
Además, es importante que los guardas de coto de caza se encuentren siempre debidamente uniformados durante su jornada laboral, según lo establecido legalmente.
Para garantizar la seguridad jurídica de los guardas de coto, así como la responsabilidad de las sociedades de caza que los contratan, se recomienda llevar una copia del contrato, así como un justificante de desplazamiento de personal laboral durante el estado de alarma, del que facilita un modelo orientativo la federación en su página web, en caso de que sea reclamado por las autoridades.
Desde la Federación Extremeña de Caza se aplazaron todas las pruebas deportivas y jornadas de formación previstas para el mes de marzo con el fin de evitar contagios innecesarios.
Además, suspendió la atención presencial al público en sus oficinas mientras se mantenga el estado de alarma, si bien sigue prestando sus servicios por teléfono o correo electrónico en el horario habitual.