El dinero se destinará a comprar alimentos que llegarán a unas 3.500 personas

Las diputaciones de Cáceres y Badajoz van a aportar 120.000 euros (60.000 euros cada una) a la Agencia de Naciones Unidas para la población refugiada de Palestina (UNRWA) con lo que se podrán comprar alimentos que llegarán a unas 3.500 personas para paliar la situación que se está viviendo en la zona, donde ya han muerto 31 personas de hambre, 27 de ellas niños y niñas.

La directora ejecutiva de UNRWA, Raquel Martí, se ha reunido este lunes con los presidentes de ambas instituciones provinciales, Miguel Ángel Morales y Miguel Ángel Gallardo, a los que ha trasladado la situación que están viviendo más de un millón de personas desplazadas al sur de la franja, en Rafah, donde existe ya una situación de hambruna por la falta de alimentos y la prohibición de Israel del paso de ayuda humanitaria.

Martí ha explicado en rueda de prensa que esta ayuda de las dos diputaciones extremeñas «no solamente es un respaldo económico, sino que es un respaldo político para una agencia que se está viendo criminalizada y que se está intentando acabar con ella».

En su comparecencia junto a los dos presidentes provinciales, la directora ejecutiva de UNRWA ha relatado la situación «de catástrofe» que se vive en Gaza donde, a lo largo de estos seis meses, «Israel ha destruido todo el sistema productivo de la franja de Gaza», porque «ha acabado con la pesca, con todas las fábricas, granjas, campos de cultivo, mercados, comercios, etc.

«No hay absolutamente nada en la franja de Gaza para que la población pueda sobrevivir», ha lamentado Martí, ya que también se ha cortado la electricidad y se ha destruido toda la infraestructura civil, tanto hospitales como los hogares de la población.

Un reciente informe del Banco Mundial dice que el 65% de las viviendas gazatíes han sido destruidas, y solo quedan ocho hospitales de los 36 que había y los que siguen en pie no tienen medicamentos ni recursos por lo que dependen de la ayuda humanitaria que pueda llegar y que está siendo coordinada por UNRWA, que tiene ahora mismo acogidas en sus instalaciones a un millón de personas, mayoritariamente mujeres y niños que han sido desplazados por los bombardeos y que han perdido sus hogares.

En total hay un millón y medio de personas en Rafah y «se encuentran totalmente hacinadas y sin recursos», ha apuntado Martí, que ha insistido en que estas personas están hacinadas en tiendas de campaña sin condiciones higiénico-sanitarias para poder vivir, lo que está provocando que unas 300.000 personas sufran diarreas agudas producidas por la ingesta de agua contaminada, «porque Israel cortó las conducciones de agua a Gaza y han tenido que beber agua sucia».

También se están propagando enfermedades como la hepatitis, infecciones respiratorias o enfermedades en la piel, además de la población que tiene enfermedades crónicas como diabetes, enfermedades cardiovasculares o cáncer que no tiene acceso a sus tratamientos y la falta de anestesia también está provocando que las amputaciones, unas 10 al día en niños, o las cesáreas se realicen sin ella.

Asimismo, ha recordado que esta guerra «es el conflicto en el mundo que más víctimas infantiles tiene», ya que 14.500 niños y niñas han sido asesinadas. También es donde más sanitarios han sido asesinados, casi 600, donde han muerto más periodistas y más voluntarios de ong’s.

«De momento no se prevé que vaya a haber un alto el fuego y la situación sigue cada día más complicada y ahora mismo lo que mayor miedo nos da son las amenazas israelíes de invasión de Rafah, de invasión terrestre con las tropas, puesto que allí ahora mismo se hacina un millón y medio de personas y si hay una incursión terrestre vamos a ser testigos de una carnicería mayor de la que hemos estado viendo en estos seis meses», ha concluido.

«IMPUNIDAD DE ISRAEL»

Por su parte, el presidente de la Diputación de Cáceres, Miguel Ángel Morales, ha indicado que «es difícilmente entendible» la «impunidad que tiene el Estado de Israel», que «está machacando a personas inocentes, a mujeres, a niños, a hombres, inocentes que no tienen ningún tipo de relación con el terrorismo».

«El terrorismo es rechazable en cualquier parte del mundo», ha apuntado Morales que ha añadido que «no es comprensible que, como consecuencia de que unos desalmados terroristas atenten contra ciudadanos indefensos, un Estado entero, con el poder que tiene, aniquile y machaque y elimine a tantísima gente».

Asimismo, ha criticado que no se permita que las ong’s lleven alimentos a la población por lo que ha señalado que lo que se está haciendo es «un exterminio absoluto hacia un pueblo entero», y ha añadido que «es incomprensible que la comunidad internacional lo siga permitiendo», por lo que ha pedido que la Corte Penal Internacional condene las «barbaridades de Netanyahu, y de un Estado genocida, como el gobierno de Israel».

Morales ha criticado también que el PP y Vox hayan «vetado» la comparecencia de UNRWA en la Asamblea de Extremadura para contar lo que está sucediendo en Gaza, ya que es «la primera vez» que esto ocurre en un parlamento regional.

En este sentido, el presidente de la Diputación de Badajoz, Miguel Ángel Gallardo, ha incidido en que «se ha perdido el respeto insitucional por parte del Gobierno de María Guardiola» al no haber permitido la comparecencia de UNRWA en la Asamblea, y ha añadido que «Extremadura es un pueblo solidario, lo ha sido siempre y lo va a seguir siendo».

«La verdad que en estos momentos no cuenta con el apoyo de la Junta de Extremadura pero sí del pueblo extremeño y esta acción conjunta de las dos diputaciones pretende poner un granito de harina en un mundo cada vez más complejo pero donde queremos escenificar con este acto el profundo sentimiento de solidaridad del pueblo extremeño», ha dicho Gallardo.

«Hemos pasado del eslogan Habla Extremadura a Callar desde Extremadura», ha ironizado el presidente pacense en alusión al eslogan de Guardiola en la pasada campaña electoral, al tiempo que ha defendido la «neutralidad» de UNRWA ya que «no se posiciona en el conflicto, sino frente a la tragedia del conflicto».