(EFE).- La apuesta creciente de los jóvenes por un trabajo que les otorgue más calidad de vida en detrimento de unas mayores aspiraciones salariales, la falta de infraestructuras para la movilidad laboral y las dificultades para casar demanda de empleo y las necesidades cada vez más especializadas de las empresas son algunas de las claves para analizar el mercado laboral extremeño.
Estas consideraciones, así como otras, como la cobertura social de las Administraciones a los desempleados, son necesarias a la hora de abordar una disyuntiva que se da tanto en Extremadura como en otras comunidades autónomas: cómo es posible que exista un elevado número de parados y, a la vez, un importante número de empleos sin cubrir.
Así lo ha expuesto el secretario general de la patronal CREEX, Javier Peinado, en una entrevista concedida a EFE durante la que ha analizado el mercado laboral y las nuevas apuestas empresariales en esta comunidad autónoma.
Para Peinado, en la citada disyuntiva se dan varios parámetros o tendencias, una de ellas es la falta de mano de obra especializada.
«Es un problema de cualificación, de tecnificación y de tener unas competencias o habilidades muy concretas para ciertos puestos de trabajo que ahora mismo no las tienen muchas personas que están en el desempleo», ha expuesto a EFE el líder de la CREEX.
Otro análisis merece el hecho de que numerosos desempleados no ven atractivos determinados puesto de trabajo en varios sectores, como los servicios de limpieza, dependencia, faenas agrícolas y ganaderas y construcción.
«Las personas, muy legítimamente, queremos tener una calidad de vida también laboral que nos hace pensar -ha añadido- que hay ciertos trabajos que son penosos y no son atractivos», los cuales son asumidos por quienes los necesitan para vivir.
Sin embargo, hay quienes optan por no incorporarse a este tipo de empleos más duros y nada atractivos al entender que con la protección social que reciben del Estado «no necesitan a veces ni trabajar para poder medio vivir».
En este marco, Peinado aboga por incidir en la importancia del diálogo social con sindicatos y Administración para lograr «casar» oferta y demanda «de una manera mucho más eficiente», en la que los empresarios, según ha expuesto Peinado, también tiene que mejorar o hacer más atractivo el puesto de trabajo que ofrecen.
Esto último se consigue fundamentalmente por dos vías: el salario y la movilidad.
Salario y movilidad
Según Peinado, las organizaciones empresariales han detectado que el primero de estos dos conceptos él salario- ha ido perdiendo peso paulatinamente, muy especialmente entre los jóvenes, quienes a la hora de valorar un empleo le conceden un 50 % de importancia al suelo y el otro 50 %, aproximadamente, a la calidad laboral y, por ende, de vida.
Los horarios de trabajo, las disponibilidades que tienen dicho empleo, las condiciones del trabajo, si debe desplazarse o teletrabajar y el coste de una posible movilidad son factores que han ganado peso a la hora de decidirse por un empleo.
Respecto a este segundo factor -la movilidad- Peinado ha lamentado, según ha expuesto a EFE, que no es lo mismo vivir en una localidad de la Comunidad Autónoma de Madrid y trabajar en la capital de España, que residir en Mérida y tener un trabajo en Llerena, por poner un ejemplo.
«Por desgracia, aquí solo podemos optar a un vehículo propio o compartido, lo que conlleva un gasto extra. En otros territorios «donde sí funciona el transporte público, con más conexiones y frecuencias, hay más opciones de desplazamiento».
«¿Cómo me voy a poner a trabajar en esto -un empleo- con este salario si en el transporte se me va la mitad del sueldo, o cómo me voy a ir a vivir a tal ciudad si tengo dificultades para encontrar una vivienda de alquiler?. Son preguntas muy legítimas que muchos desempleados se hacen», ha desgranado.
Al margen de todo ello, Peinado también es partidario de combatir tanto las prácticas empresariales ilegales como el absentismo.