Mantener en las explotaciones la «mejor sanidad», ya que la rentabilidad de las explotaciones depende en gran medida del estado sanitario de los animales.

La Unión Extremadura ha asegurado que los ganaderos no deben sufrir «en ningún caso» las consecuencias de una «mala planificación sanitaria» de las especies silvestres, tras los últimos focos de la Enfermedad Hemorrágica del Ciervo y los datos de tuberculosis.

De este modo, La Unión ha remarcado que el sector ganadero es partidario de mantener en las explotaciones la «mejor sanidad», ya que la rentabilidad de las explotaciones depende en gran medida del estado sanitario de los animales.

No obstante, y teniendo este dato presente, la organización agraria ha recalcado que «no todo vale» para intentar erradicar una enfermedad en las ganaderías, ya que la «principal consecuencia» de muchas medidas que se están tomando hasta la fecha es la desaparición de estas explotaciones.

Además, recalca que «la importancia de la ganadería extremeña se refleja en sus propios datos. 973.507 cabezas de bovinos, 3.645.909 cabezas de ovinos, 239.605 cabezas de caprinos y 1.283.247 cabezas de porcinos».

También, señala que «es inútil intentar erradicar una enfermedad como la Enfermedad Hemorrágica Epizoótica o la tuberculosis si no se actúa sobra la fauna salvaje, aplicando las mismas medidas de control de la enfermedad a la fauna salvaje que a las ganaderías. Hasta la fecha la fauna salvaje está actuando de reservorio de las enfermedades».

Ha remarcado que se tiene que «aprender a convivir» con estas enfermedades dada la incapacidad de erradicación de la misma, al tiempo que ha abogado por actualizar los métodos de lucha contra las enfermedades.

De esta forma, La Unión subraya que los métodos de detección tiene un índice de error que «supera en la mayor parte de los casos el 80 por ciento» y hay inmovilizaciones que «no tiene sentido».

En este sentido, concluye que «los ganaderos no pueden ser los que sufran los problemas derivados de una fauna silvestre que por falta de control sanitario sobre la misma está haciendo que enfermedades que podrían controlarse se han convertido en endémicas y que tras muchos años sacrificando reses no se pueda atajar la enfermedad en aquellas comarcas con más presión cinegética».