EP – El taller Sancha Tradición Popular, referente en la elaboración artesanal de mantillas y peinetas en Badajoz, ha registrado un notable incremento en la demanda de estos productos tradicionales durante la Cuaresma y la Semana Santa llegando a «duplicar» sus ventas respecto a años anteriores.

«Normalmente vendemos entre 30 y 40 unidades al mes de peinetas, pero en estas semanas hemos llegado incluso a las cien», ha detallado el gerente del establecimiento, Joaquín Sancha, en declaraciones a Europa Press Televisión.

Un aumento que, según ha explicado Sancha, ha sido «especialmente significativo» en los días previos al Jueves y Viernes Santo, jornadas en las que predomina el uso de la mantilla negra como símbolo «de luto».

«Ese respeto que se le tiene a las imágenes y la evocación de la muerte del Señor son el motivo por el que se usa la mantilla oscura durante esos días», ha explicado el gerente, apuntando que este crecimiento coincide con el reciente reconocimiento de la Semana Santa de Badajoz como Fiesta de Interés Turístico Internacional.

PRODUCTOS «DE PASAR» ENTRE GENERACIONES

Además, Joaquín Sancha ha destacado que la peineta y la mantilla son productos «de pasar» entre generaciones. «Es la prenda que compras con cariño a tu familiar y que quieres que se mantenga y sea un legado para tres, cuatro o cinco generaciones», ha afirmado.

Así, este artesano pacense ha explicado que repunte de las ventas se atribuye tanto al «carácter artesanal del producto» como al interés de las nuevas generaciones por esta tradición, donde cada vez consideran «menos casposo» vestirse de mantilla y «se ven guapas».

«Las chicas jóvenes quieren verse monas, no quieren verse vestidas de señora mayor», ha añadido, destacando la evolución estética en la manera de lucir estas prendas.

Un cambio de mentalidad que ha generado una mayor demanda fuera de Extremadura, llegando a recibir pedidos «incluso desde el extranjero», lo que les ha llevado a intensificar el ritmo de trabajo del taller en plena campaña.

LAS CLIENTAS VALORAN QUE LA PEINETA «SE HAGA A MANO»

Por su parte, el responsable de la elaboración manual de las peinetas en el taller Sancha Tradición Popular, José Luis Gómez Vaquero, ha destacado el valor añadido del proceso de fabricación «completamente artesanal».

«Tengo unas planchas que las pego a la resina y con el punzón voy haciendo las filigranas para meter la sierra y hacer el calado del dibujo», ha explicado Gómez Vaquero. «Me inspiro en lo que suelo ver por las calles, las rejas, las puertas, algunas antiguas… De todo un poco», ha añadido.

El proceso de fabricación de una peineta, según ha apuntado este artesano pacense, puede durar entre una y dos semanas según la complejidad del diseño porque «hay gente a la que le gusta muy recargada» pero los clientes siempre valoran «que se haga a mano, huyendo de la fabricación industrial», ha concluido Gómez Vaquero.

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