Los datos se han dado a conocer a través de la evaluación intermedia del Plan de Prevención y Control de Tuberculosis (2019-2030)

La III Reunión de Gobernanza de Tuberculosis se ha presentado como un espacio de acción coordinada para alcanzar el objetivo común de detener la transmisión de tuberculosis en España y avanzar en su eliminación como problema de salud pública a nivel nacional para el año 2030

La tercera reunión del Grupo de Gobernanza Multisectorial del Plan para la Prevención y control de la Tuberculosis en nuestro país ha tenido lugar esta semana en el Ministerio de Sanidad. El encuentro conmemora el Día Mundial frente a la Tuberculosis que se celebra hoy domingo 24 de marzo,  y ha estado presidido y moderado por el director general de Salud Pública y Equidad en Salud, Pedro Gullón, junto con representantes de la acción multisectorial frente a la tuberculosis de las diferentes administraciones central y autonómica, de las sociedades científicas, sociedad civil, la investigación y el sector académico.

En este último año este grupo de gobernanza intersectorial ha trabajado en las tareas encomendadas en la pasada edición. Entre ellas se encuentra la mejora de la vigilancia de la tuberculosis en el marco del nuevo Real Decreto de la Red Estatal de Vigilancia en Salud Pública, destacando la necesidad de mejorar la vigilancia en las formas resistentes y multirresistentes en el marco del PRAN. El grupo de gobernanza también ha dado seguimiento a la situación del desabastecimiento de fármacos antituberculosos y a la rotura de stock de tuberculina para actuar en consecuencia.

Durante la reunión, se ha recalcado la importancia de los convenios como herramientas para el desarrollo de acciones alineadas con el Plan para la Prevención y Control de la Tuberculosis en España.

Hay que tener en cuenta que la evaluación intermedia del Plan de la prevención y control de tuberculosis 2019-2030 establece que la tasa de incidencia de la tuberculosis ha ido evolucionando desde 9,39 casos por 100.000 habitantes en 2019 a 7,83 por 100.000 habitantes en 2022, lo que supera la meta prevista para 2020.

En 2023 se realizaron dos convenios: uno entre la Dirección General de Salud Pública y Equidad en Salud, la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica y la Sociedad Española de Patología Respiratoria, que ha permitido el desarrollo de acciones en materia de prevención y control de la tuberculosis; y el convenio entre el Ministerio de Sanidad y Cruz Roja Española para la realización de actividades de información y prevención del VIH, infecciones de trasmisión sexual, tuberculosis y hepatitis C.

Por último, se ha señalado el trabajo a nivel internacional llevado a cabo a lo largo de 2023 con la segunda Reunión de Alto Nivel de las Naciones Unidas sobre tuberculosis, en la que los líderes mundiales se comprometieron a dar una respuesta firme para la eliminación de la tuberculosis como problema de salud pública a nivel mundial.

Tendencia

En 2022 se observó un ligero repunte en la tasa nacional (7,83 frente a 7,69 por 100.000 en 2021), deteniéndose la tendencia decreciente que veníamos observando desde hace una década. Esta tendencia decreciente ya había mostrado cierta ralentización en los últimos años (el descenso en 2021 respecto al año 2020 fue de 2,2%, mientras que el de 2020 respecto a 2019 fue del 19%).

Estos cambios en las tasas podrían explicarse por varios motivos. En 2020, la pandemia de COVID-19 pudo contribuir al retraso o incluso a la pérdida de casos por falta de diagnóstico/estudio de contactos, a una verdadera reducción de la incidencia como consecuencia de los esfuerzos de mitigación empleados para contener la pandemia o a cambios en viajes y migraciones de las personas.

También se observan cambios en los perfiles de los casos declarados. Para el periodo 2016-21, la tendencia decreciente sigue siendo superior en las formas pulmonares, aunque en el año 2022, el incremento de casos se produce fundamentalmente a expensas de las formas pulmonares. La TN en 2022 también aumenta respecto a 2021 en menores de 15 años y en personas nacidas en el extranjero, así como un aumento de casos con co-infección por VIH y de formas multirresistentes, aunque esta información hay que interpretarla con cautela, dada la mejora en la cumplimentación de estas variables en el sistema nacional de vigilancia.

En 2020 se cumplieron las dos primeras metas del Plan de Control y Prevención de la TB (2). La primera meta marcaba la reducción del 15%-21% en la tasa global en 2020 con respecto a 2015. La reducción alcanzada fue del 26,5% y la segunda señalaba una reducción media anual de la tasa de TB pulmonar del 4% para el periodo 2015- 2020. La reducción alcanzada fue del 6%.

En estos dos últimos años (2021-22) estos avances se han ralentizado, o incluso invertido. Para alcanzar el fin de la TB, la OMS marcó como hito la reducción de la tasa un 90% en 2035 partiendo de la tasa de 2015 (3). Para alcanzar esta meta, nuestra tasa debería mantener una reducción media anual del 9,5%, cifra superior a la que se alcanzó en el periodo 2015-2020 que sólo fue del 6%.

Por otra parte, en 2022 observamos por primera vez un ligero ascenso en la TN. Si se mantiene la tendencia de los dos últimos años, los esfuerzos realizados serán insuficientes para alcanzar los objetivos de la OMS. Las otras dos metas planteadas en el Plan, alcanzar una tasa de éxito en el tratamiento del 95% para los casos sensibles a fármacos y del 75% en casos con resistencias no se han podido cuantificar en 2021 ni en 2022 por falta de información sobre las resistencias en el periodo.