La muestra explora las transformaciones sociales inducidas por el uso de las tecnologías contemporáneas y su impacto en el medio ambiente
‘No tan lejos’ es el nuevo proyecto expositivo de la artista placentina Pilar del Puerto, comisariado por Gonzalo Herrero Delicado, que desde este viernes y hasta el 17 de enero se puede visitar en la sala Santa Clara de Mérida, espacio adscrito a la Secretaría General de Cultura como parte del circuito de exposiciones promovidas y organizadas por la Junta de Extremadura.
El secretario general de Cultura, Francisco Palomino, ha subrayado durante la inauguración de la muestra la importancia de las ayudas a artistas visuales, una herramienta que posibilita la producción y difusión de proyectos artísticos profesionales y de calidad.
Además, Palomino ha incidido en la necesidad de volver al pasado y a la naturaleza en la época de la inteligencia artificial, al tiempo que ha subrayado la importancia del circuito de exposiciones de la Consejería de Cultura, Turismo, Jóvenes y Deportes.
En esta línea, ha indicado que se trata de una plataforma para el acercamiento de las prácticas artísticas contemporáneas a la sociedad, a la vez que permite mejorar y ampliar la oferta cultural de la región y fomentar el pensamiento crítico.
El secretario general de Cultura ha ahondado en la importancia del arte como herramienta de transformación y cambio y ha recordado que Pilar del Puerto fue una de las artistas seleccionadas en la convocatoria de ayudas a artistas visuales en su convocatoria del año 2022.
‘NO TAN LEJOS’
A través de una gran instalación situada en el centro del claustro de Santa Clara, la artista Pilar del Puerto hace una reinterpretación de un chozo de pastor, como tipología de vivienda humilde, de planta circular y abovedada.
Para su elaboración se utilizaban los materiales de los alrededores, generalmente barro y ramas, pero en esta ocasión la artista pretende dignificarla utilizando el espejo, material noble que nos evoca entornos palaciegos.
Dentro del chozo hay dispositivos tecnológicos como una televisión y un teléfono que recibe llamadas esporádicas de la naturaleza a través de un micrófono instalado en un entorno natural.
A la vez, el visitante puede ¿contactar con la naturaleza¿ marcando un número. Esta acción, aparentemente simple, adquiere un tono irónico y crítico.
También en el interior del chozo el visitante puede encontrar macetas de cantueso, una variedad de lavanda que podemos encontrar en los campos de Extremadura, muy aromatizada con un agradable olor que transmite calma y un efecto relajante.
Las luces de invernadero, además de tener su función práctica, en tono rosa-violeta no deja de tener un simbolismo, ya que Pilar del Puerto es una artista concienciada con la igualdad de género.
En el exterior del chozo, rodeando a éste, grandes piedras, colocadas en forma circular como si de un ritual se tratase, nos recuerda a los monumentos megalíticos que salpican nuestro territorio.
Una mezcla entre lo ancestral y lo futurista que ponen en conexión esas características tan aparentemente antagónicas.
Completa la instalación unas placas de acero apoyadas en la pared, con textos en inglés que comienzan con la palabra /imagine haciendo un guiño a la inteligencia artificial. A través de estas, la artista evoca situaciones cotidianas relacionadas con el uso de las nuevas tecnologías y su impacto en nuestra sociedad y en el medio ambiente.