La portentosa voz de Elīna Garanča brilló en el Teatro Romano con un espectáculo lírico que repasó varios géneros musicales y que rindió un homenaje a la música española. El programa interpretado en Mérida, con el título ‘Un homenaje a España’, arrancó con tres pasodobles interpretados por la Orquesta de Extremadura, con la dirección del maestro Karel Mark Chichon. En concreto, ‘España Cañí, ‘Gerona’ y ‘El Gato Montés’.
Siguió uno de los momentos más esperados, con siete piezas de la ópera ‘Carmen’, en las que la voz de la mezzosoprano letona brilló con luz propia acompañada por la Orquesta, abriendo con ‘L’amour est un enfant de Boheme’. No en vano su interpretación de esta obra en la Ópera Metropolitana de Nueva York es una de las más brillantes que se recuerdan y logró en su momento la aclamación de crítica y público.
Tras un descanso volvieron los músicos con el Preludio de ‘La Revoltosa’, y de nuevo Elīna Garanča, con vestuario renovado, iluminó el escenario con la ‘Canción de Paloma’, pieza de ‘El Barberillo de Lavapiés’.
El programa siguió con varias piezas de zarzuela y terminó con Garanča interpretando ‘Carceleras’, de ‘Las Hijas de Zebedeo’, seguido de una ‘propina’ que encandiló al público y con la que se cerró una noche de lírica y magia en el Teatro Romano de Mérida.
ESTATUILLA STONE M
Minutos antes de iniciar su actuación Elīna Garanča recibió la estatuilla STONE M, que cada año entrega el STONE & MUSIC Festival a los artistas que pasan por el certamen. Y la recibió de la mano de Fernando Núñez, responsable de la Fundación Fernando Núñez. Elīna Garanča se mostró “muy feliz” por actuar en un escenario tan especial como el del Teatro Romano de Mérida.
La Fundación Fernando Núñez se constituyó en 2020 con el objetivo de poner en valor el patrimonio histórico y cultural de la villa y el Monasterio de Uclés, antigua sede de la Orden de Santiago, a través de un nuevo y cambiante proceso creativo.
A esta meta se une la de construir, desde su pasado histórico, un nodo de innovación cultural en el que el tejido local y el público puedan compartir sus sensaciones, fomentar el diálogo y generar nuevas experiencias articuladas a partir del Monasterio de Uclés, la pieza imprescindible del proyecto.
El diseño de la estatuilla es original de los artesanos emeritenses de Terracota. La escultura se ha elaborado con materiales como el gres, acero y óxidos colorantes, entre otros, e intenta mostrar que el pasado y el futuro van de la mano en esta obra, creando una conjunción armónica de materiales opuestos y complementarios. Destaca en su ornamentación un guiño a la música, con incisiones que dibujan las cuerdas de un instrumento musical.