Se trata de una peligrosa técnica utilizada por agresores sexuales para engañar a los menores, a través de internet, con fines sexuales.

Con el avance de las nuevas tecnologías, los menores de edad pasan cada vez más horas conectados a internet. Algo que tiene muchas ventajas, ya que acorta distancias y les permite estar en contacto con sus amigos de manera constante. Sin embargo, internet también abre las puertas a depredadores sexuales que, haciéndose pasar por otras personas, establecen contacto con los jóvenes.

Por ello, la Policía Nacional ha recordado que uno de cada cinco delitos se lleva a cabo a través de internet y alertan sobre el grooming, una peligrosa técnica por la que «un adulto se intenta ganar la confianza de un menor con fines sexuales«.

La Policía ha apuntado, a través de un comentario publicado en sus redes sociales, la importancia «transmitir a los más pequeños los riesgos de internet y las redes sociales y que sepan que no todo el mundo es quien dice ser».

¿Qué es el grooming?

Desde el Insituto Nacional de Ciberseguridad (Incibe) explican que el grooming «es una práctica en la que un adulto se hace pasar por un menor en Internet o intenta establecer un contacto con niños y adolescentes que dé pie a una relación de confianza, pasando después alcontrol emocional y, finalmente al chantaje con fines sexuales».

Fases del grooming

Por su parte, en Save the children informan de las fases de esta peligrosa técnica con la que se ganan la confianza de los menores:

  • Paso 1: creación de un vínculo de confianza. «Normalmente finge otra edad, muy cercana a la de la víctima. Además, puede que el abusador haga regalos, empatice a un nivel profundo con los niños y niñas haciendo que escucha sus problemas y aproveche esa información para chantajear después».

 

  • Paso 2: aislamiento de la víctima. El agresor persigue arrancar la red de apoyo natural del menor (familiares, amistades, docentes, etc.) dejándolo desprotegido.

 

  • Paso 3: valoración de los riesgos. El agresor pregunta a la víctima si alguien más conoce su relación e intenta averiguar quién más tieneacceso al ordenador o dispositivo que utiliza el menor.

 

  • Paso 4: conversaciones sobre sexo. Una vez arraigada la confianza, el agresor comienza a introducir conversaciones sexuales, familiarizando a la víctima con la temática sexual y vocabulario.

 

  • Paso 5: peticiones de naturaleza sexual. El agresor utiliza la «manipulación, las amenazas, el chantaje o la coerción para que la víctima le envíe material sexual, relate fantasías sexuales o la relación culmine con un encuentro físico».

ondacero.es