(EFE).- La campeona europea paralímpica de halterofilia Loida Zabala, con un cáncer de pulmón del que ha empeorado, entrena de cara a los juegos de Los Ángeles 2028 y aspira a “sobrevivir” para competir en ellos, ha destacado en un homenaje a deportistas.

Hace años alguien le dijo que nunca participaría en unos Juegos Paralímpicos y ha estado en cinco, ha comentado a EE con satisfacción esta deportista extremeña que lidia con un cáncer de pulmón y nueve tumores cerebrales, pero que no está dispuesta a rendirse, ni dentro ni fuera de la tarima.

Ahora está “entrenando al máximo” porque le gustaría revalidar su título europeo y se muestra optimista ante el futuro ya que -insiste- los que le esperan son “unos años muy bonitos”, ha destacado en un homenaje en Marbella a deportistas olímpicos que no consiguieron medalla.

Hay veces en la vida que pasan “cosas difíciles y complicadas”, dice Zabala, convencida de que ante las situaciones adversas -y la suya es una de esas- hay que “centrar la atención en aquello que nos gusta”, que en su caso es el deporte.

Zabala, que comenzó a practicar la halterofilia con 18 años, ha encontrado en el deporte un acicate que la anima a seguir adelante en cualquier paso que da porque hacer lo que la apasiona es lo que hace que viva su vida “de manera intensa y muy feliz”, precisa.

Otro de los deportistas homenajeados este sábado en Puerto Banús ha sido el jinete José Daniel Martín Dockx, que acaba de anunciar que se retira de la alta competición.

“Uno de los días más duros” para Martín Dockx
El malagueño Martín Dockx llegó a París con su caballo, pero el animal enfermó y ni siquiera tuvo oportunidad de competir. Fue “uno de los días más duros” de su vida, confiesa a EFE y, aunque ahora ya puede hablar de ello con cierta normalidad, lo hace con pena.

Fue muy duro, y no solo el día en el que tomó la decisión de que no podía competir, sino los posteriores -relata- porque los Juegos Olímpicos se preparan cada cuatro años y estas no sólo iban a ser sus terceras Olimpiadas, iban a ser las últimas.

“Me hubiese encantado poder subirme al podio” comenta la piragüista Antia Jancome, que se quedó a apenas 66 centésimas del bronce.

Casi pudo saborear la medalla, pero no tuvo suerte y se tuvo que conformar con un nada despreciable cuarto puesto del que -indica- se siente muy orgullosa.

Hoy, a pesar de ese “sabor agridulce” que le ha dejado su paso por París 2024, se muestra convencida de que “algún día llegará” la medalla.

Ejemplos de excelencia
Los de Zabala, Martín Dockx o Jacome son solo algunos ejemplos de excelencia, esfuerzo y dedicación que si bien no volvieron a casa con medalla colgada del cuello, sí lo hicieron con el respeto de su país y de quienes los han visto trabajar para ocupar un hueco en el firmamento de la alta competición.

Ellos, como la primera española en pentatlón en unos Juegos, Laura Heredia, a la que se le paró el caballo en un salto y le frenó su posible victoria; la piragüista Sara Ouzande, que increíblemente cayó al agua a veinte metros de entrar en meta en la final de K2, o la atleta Elena Congost, que prefirió ayudar a su desvanecido guía antes que cruzar la línea de meta, representan los valores del deporte.

Y a ellos, un grupo de deportistas que han llegado a las Olimpiadas y a representar a España pero que por las causas más variadas, no siempre deportivas, no han logrado hacer podio, se ha rendido homenaje en un acto que ha contado con la presencia del medallista olímpico Ayoub Ghadfa o la alcaldesa de la ciudad, Ángeles Muñoz