Los 194 países miembros de la Organización Mundial de la Salud han adoptado por unanimidad el Tratado Global sobre Pandemias durante la 78.ª Asamblea Mundial de la Salud celebrada en Ginebra.

Es una decisión histórica, los 194 países miembros de la Organización Mundial de la Salud (OMS) han adoptado por unanimidad el Tratado Global sobre Pandemias durante la 78.ª Asamblea Mundial de la Salud celebrada en Ginebra. Este acuerdo legal, el segundo de su tipo en salud pública tras la Convención Marco para el Control del Tabaco de 2003, establece un marco internacional para prevenir, prepararse y responder de manera eficaz a futuras pandemias.

El tratado es resultado de más de tres años de intensas negociaciones iniciadas en diciembre de 2021, en respuesta a las deficiencias evidenciadas durante la pandemia de COVID-19, que causó más de 7 millones de muertes y pérdidas económicas superiores a los 12 billones de dólares, según el Fondo Monetario Internacional.

«Este acuerdo representa un compromiso global para no repetir los errores del pasado y garantizar una respuesta más equitativa y coordinada ante futuras amenazas sanitarias», declaró el Director General de la OMS, Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus.

¿En qué consiste este Tratado Global?
El Tratado Global sobre Pandemias incluye medidas clave para fortalecer la preparación y respuesta ante futuras crisis sanitarias:

Sistema multilateral de acceso a patógenos y reparto de beneficios: Facilitará el intercambio rápido y equitativo de patógenos y datos genéticos para acelerar el desarrollo de diagnósticos, vacunas y tratamientos.
Red global de logística y suministros: Permitirá una distribución equitativa de productos sanitarios esenciales durante emergencias.

Principio de «Una sola salud»: Reconoce la interrelación entre la salud humana, animal y medioambiental, promoviendo un enfoque integral para prevenir brotes zoonóticos.

Acceso justo a medicamentos y tecnología médica: Se insta a que los fondos públicos invertidos en investigación incluyan condiciones como precios asequibles y compartición tecnológica.

Aunque el tratado establece compromisos internacionales, respeta la soberanía de cada Estado en la toma de decisiones sanitarias. No otorga a la OMS autoridad para imponer medidas como cierres laborales, campañas de vacunación o cierre de fronteras.

«Al alcanzar este consenso, las naciones del mundo han demostrado que, incluso en un mundo dividido, es posible aunar esfuerzos para enfrentar amenazas comunes», concluyó el Dr. Tedros.