EP – La Junta de Extremadura ha lanzado una instrucción técnica que unifica criterios sobre procedimientos de actuación en actividades cinegéticas ante la detección de lesiones compatibles con tuberculosis, condiciones de los lugares de visceración, y transporte simultáneo de canales y vísceras de piezas de carne de caza silvestre.

Esta instrucción, que trata de dar respuesta a necesidades del sector cinegético extremeño, entrará en vigor el próximo sábado, día 5, y supone un adelanto de otras modificaciones de un «calado mayor» que serán recogidas en un decreto de control sanitario de piezas de caza en el que trabaja la Administración regional, que sustituirá al actualmente en vigor (que data de 2005), y que entrará en vigor en la temporada de caza 2025-2026.

De este modo lo ha explicado la consejera de Salud y Servicios Sociales, Sara García Espada, en una rueda de prensa ofrecida este jueves en Mérida junto al consejero de Gestión Forestal y Mundo Rural, Ignacio Higuero, para informar sobre la instrucción elaborada desde la Dirección General de Salud Pública para unificar determinados criterios de actuación del control oficial veterinario en actividades cinegéticas para la temporada 2024-2025.

Tras destacar que Extremadura es «referente» nacional en el control veterinario público de la carne de caza y recordar que el próximo sábado, día 5, se inicia la temporada de caza 2024/2025, García Espada ha la instrucción en cuestión llevará a que los veterinarios y el sector cinegético extremeño verán actualizados y unificados los criterios de actuación y respuesta ante los retos que enfrenta el sector en la comunidad.

Ello con el objetivo de «garantizar la seguridad sanitaria y mantener la alta calidad de la carne de caza» en Extremadura, alineándose con la normativa europea y nacional, y cuyos resultados confían que la temporada 2024/2025 cumpla con los estándares «más exigentes».

Según ha apuntado la consejera, esa unificación de criterios supone que, especialmente en los casos «complejos» como la evaluación de lesiones compatibles con tuberculosis, antes de decomisar totalmente una pieza se realice una doble verificación.

Además, se fomentará la mejora de las instalaciones de los cotos de caza para que los veterinarios puedan realizar las inspecciones post-mortem «más detalladas» y asegurar así la «máxima seguridad alimentaria».

   También, esta instrucción que entrará en vigor el próximo sábado, día 5, y para la que están siendo formados los veterinarios del SES, incluye medidas para reducir los tiempos de visceración, lo cual es «fundamental» para mejorar la calidad microbiológica de la carne de caza.

Estos cambios, según ha remarcado García Espada, benefician no solamente al sector sino también refuerzan la «confianza» de los consumidores a la hora de consumir la carne de caza.

«Estoy convencida de que esta instrucción, a espera del próximo decreto de cara a la siguiente temporada, favorece al sector y garantiza la calidad de la carne de caza en Extremadura», ha incidido la consejera.

ACTUALIZACIÓN

Por su parte, el consejero de Gestión Forestal y Mundo Rural de la Junta, Ignacio Higuero, ha destacado la actualización «en tiempo récord» de las medidas, porque era una cuestión que el sector llevaba reclamando «desde hace muchísimo tiempo».

«Yo creo que se ha dado un paso fundamental, porque sobre todo lo que se va a cuidar es siempre la bondad de la carne de caza», ha espetado Higuero, quien ha destacado que Extremadura cuenta con «el mejor» servicio veterinario público de España.

También ha indicado que se lanzará un tríptico donde se explica «clarísimamente» cómo va a ser –tras la nueva regulación– la actuación de los veterinarios en las monterías, y la colaboración de las sociedades locales y los cotos privados.

NUEVO PROCEDIMIENTO

De su lado, la directora general de Salud Pública de la Junta, Yolanda Márquez Polo, ha explicado que cuando se hace una inspección en una montería «las condiciones de trabajo de los profesionales (veterinarios) no son las más adecuadas», porque «no están en un matadero, en una sala de despiece» y «son muchos animales a los que hay que reconocer, inspeccionar».

Así, hasta ahora «se veía un primer nódulo ganglionar y si estaba afectado directamente se decomisaba (la pieza)», y a partir de ahora teniendo en cuenta las «necesidades del sector y de los veterinarios» se implementa en una instrucción técnica que los controles oficiales harán un primer chequeo (como hasta ahora), y como novedad las reses afectadas con positivo de lesiones compatibles con tuberculosis se apartarán y –después de analizar todas las reses de la montería– volverán a analizarse en un segundo chequeo.

Además, se extremarán «más» las medidas higiénicas por parte de la organización de las monterías.