El Consejo de Gobierno ha aprobado un decreto por el que se declara Bien de Interés Cultural la Montería y la Rehala en Extremadura, con la categoría de Patrimonio Cultural Inmaterial.

La Montería y la Rehala forman parte de una tradición cinegética que constituye un valor identitario en una gran parte de Extremadura.

La caza, como actividad ligada a la propia historia de la humanidad, presenta características que sobrepasan su carácter productivo ligado a una necesidad alimenticia, identificándose como una manifestación relacionada tanto con aspectos culturales como medioambientales.

La actividad cinegética son usos, costumbres, expresiones, conocimientos y técnicas, aspectos que se recogen en el artículo 2 de la Convención para la Salvaguarda del Patrimonio Cultural Inmaterial de la UNESCO.

Se entiende por montería una modalidad de caza mayor consistente en batir una superficie de terreno, denominada mancha, mediante recovas o rehalas de perros y batidores que levantan las piezas para dirigirlas hacia los cazadores situados en puestos fijos.

Por lo que respecta a las rehalas, se trata de una agrupación de perros de caza que, dirigidos por un perrero o podenquero, se utiliza habitualmente para batir las manchas en monterías, ganchos y batidas.