La Guardia Civil esta visitando los conventos y monasterios ubicados en zonas rurales para conocer cómo se encuentran los religiosos que los habitan, que suelen ser de edad avanzada, por lo que se les considera población de especial atención frente al coronavirus.

Según ha informado la Dirección General de la Guardia Civil, las patrullas de seguridad ciudadana acuden a estos recintos religiosos y se entrevistan con los responsables para preguntarles si necesitan algo que los agentes puedan ofrecerles.

Es otra de las labores de apoyo a los colectivos más vulnerables que la Guardia Civil está llevando a cabo desde que se decretó el estado de alarma.