La Fiesta de la Matanza Tradicional Extremeña de Llerena, declarada Fiesta de Interés Turístico Regional ha congregado este sábado a miles de personas en la Plaza de España. Se esperaban más de 5.000 personas, pero antes de mediodía ya había más de 4.000 en la plaza. A a la espera de las cifras finales de asistencia  la matanza vuelve a recobrar el número de asistentes de antes de la pandemia e incluso los supera. Los visitantes han llegado por la mañana en más de una treintena de autobuses y vehículos particulares procedentes de numerosos puntos del país, mayoritariamente de Andalucía, y por la tarde se han sumado otros autobuses con gente más joven, que llega a la localidad con el objetivo de divertirse hasta bien entrada la madrugada, en lo que se ha denominado «postmatanza» y donde la hostelería de la localidad realiza una gran apuesta con grupos musicales para atraerlos.

El cerdo y la dehesa forman parte de la identidad de la provincia de Badajoz. Las grandes extensiones de encinas y alcornoques permiten la crianza en libertad de este animal, que da lugar a una carne de excelente calidad que se ha degustado este sábado en Llerena.

“Durante siglos, en Extremadura, la matanza era un rito, símbolo de la cultura popular y garantía de la despensa llena durante todo el año para muchas familias”, con esta fiesta, se contribuye a que los más jóvenes conozcan esta tradición.

La jornada comenzaba a las nueve de la mañana del sábado, con degustación de dulces típicos y aguardiente. Se han repartido más de 1.500 perrunillas. Una hora más tarde tocaba el turno de las migas, para lo que se han preparado cien kilos. Luego el presentador Juan pedro Sánchez ha explicado el despiece del cerdo, de manera didáctica y explicando los cortes que realizaba el matancero Joaquín con la peculiaridad de que abre el cerdo por el espinazo y no por la barriga.

A partir de la una y media, comenzaba la degustación de probadillas, carnes y cocido, elaborada por los profesionales Raúl Regaña y Pepe Valadés. Todo ello amenizado con actuaciones de la Asociación de Coros y Danzas Extremadura de Badajoz y de la Banda de Música de Llerena.

Se  trata de una fiesta de convivencia, una cita anual imprescindible de tradición, cultura, patrimonio, gastronomía y economía, homenaje a la cultura popular extremeña.

Además muchos vecinos de la localidad residentes en otras regiones han acudido para disfrutar de esta fiesta, contribuyendo a la reactivación del comercio y el sector turístico, ya que hay plena ocupación de las plazas hoteleras de la localidad para este fin de semana.

Este año además de la Plaza Mayor de Llerena, la fiesta también ha pasado a  la plaza de San Juan.

También es una fiesta en la que se tiene en cuenta el cuidado del Medio Ambiente y por eso se emplean vasos y platos de barro, bolsas de tela, y cubiertos biodegradables para que sea una fiesta con cero plásticos. Paralelamente se celebra la Feria del Embutido en el que también se han degustado dulces, queso o conservas.

La ciudad de la Campiña Sur presume de una fiesta con profundas raíces históricas. Los llerenenses tienen presente que después del decreto de expulsión de los judíos, a finales del siglo XV, la localidad contaba con un buen número de hebreos conversos.

Para demostrar a todo el pueblo que se habían convertido al cristianismo, no había mejor manera que realizar la matanza del cerdo en plena calle y a la vista de los vecinos.

PUBLICIDAD