Desde las Cáritas Parroquiales y los proyectos y programas de Cáritas Diocesana se han atendido, en 2023, a 4.480 personas.
- En los dos últimos años, el número de migrantes que se acercan a Cáritas ha aumentado un 12%.
- En el último año, 921 personas han dejado de necesitar la ayuda de Cáritas porque han mejorado su situación.
Como es habitual, en torno a la celebración del Día del Corpus Christi, Cáritas Diocesana de Mérida-Badajoz, en presencia de monseñor Celso Morga Iruzubieta, arzobispo de la diócesis, y de la mano del director de la entidad, Jesús Pérez Mayo, se han presentado los datos de actuación del pasado año de la Institución de la Iglesia Católica, dando cuenta del destino de los más de 3,6 millones de euros.
Durante 2023, en total han sido 10.391 personas las que se han beneficiado de la acción de Cáritas Diocesana de Mérida-Badajoz. Un dato que, aunque ha descendido levemente con respecto al año anterior, sigue siendo preocupante la situación en la que llegan las familias a los servicios de acogida y asistencia a través de las 125 Cáritas Parroquiales y de los programas diocesanos.
La crisis inflacionaria, el aumento en los costes de los suministros energéticos o la subida del precio de la vivienda ponen en tensión, aún más, las economías de los hogares de nuestra diócesis, un escenario que ya se ponía de manifiesto en la presentación del pasado informe de la Fundación FOESSA “Ingresos y gastos: una ecuación que condiciona nuestra calidad de vida”.
Profundizando en los datos de la Memoria Anual 2023, se realizaron 61.590 intervenciones (sobre todo en alimentación y vivienda), atendiendo a 4.480 personas, de las que el 32% de ellas se acercaban por primera vez a Cáritas solicitando algún tipo de ayuda, mientras que el 35% de las personas eran migrantes, un 12% más con respecto a los dos años anteriores. “Una situación preocupante, -añadió Pérez Mayo—, sobre todo si se encuentran en situación administrativa irregular, lo que supone un factor de exclusión que impide el acceso a derechos, imposibilitando su integración”.
Un escenario al que también ha mostrado su preocupación monseñor Celso Morga, “debemos estar pendientes de acoger a todas las personas, independientemente de su procedencia o religión.”
Asimismo, los datos recogidos en esta memoria continúan hablándonos de una feminización de la pobreza. Es la mujer (68%) de nacionalidad española (65%), con una edad comprendida entre 45 y 64 años (46%), quien sigue acudiendo a Cáritas solicitando ayuda.
La mujer, especialmente, es la que sufre las consecuencias laborales por dificultades para lograr la conciliación de la vida familiar y laboral, esto supone la pérdida del empleo, la reducción de jornada laboral e inferior salario.
Alimentación y vivienda
Es innegable que las familias que en mayor medida están padeciendo la escalada de precios son aquellas con menor poder adquisitivo, por lo que se vuelve muy complicado hacer frente a los gastos esenciales como la alimentación o la vivienda.
Mientras que más del 43% de las intervencionesdurante el pasado año fueron realizada a la alimentación, es con las ayudas económicas para gastos relacionados con la vivienda donde los datos recogidos distinguen una notable subida con respecto al ejercicio anterior, ya que, aunque el número de intervenciones en vivienda es similar a años anteriores, el gasto destinado, principalmente al alquiler, superaron los 181.000€, un incremento de casi 40.000€.
Es por ello que la vivienda se desmarca como un factor determinante para las familias. El aumento constante de los precios de la vivienda, supera con creces los ingresos de la gran mayoría de la población, lo que supone un constante y significativo desafío para las economías de los hogares.
Ante estos datos debemos ser conscientes de que, tras cada número y cada porcentaje, hay personas y familias que están atravesando unas duras dificultades y que “se encuentran lejos de tener unos ingresos cercanos a su presupuesto de referencia para unas condiciones de vida dignas”, señaló el director de Cáritas Diocesana de Mérida-Badajoz, quien además destacó que 921 personas en el último año dejaron de acudir a Cáritas, debido a que “su situación mejoró y encontraron la esperanza que un día perdieron”.
Desarrollo integral de las personas
En 2023, en las Cáritas Parroquiales se han desarrollado 41 proyectos de promoción social (de mujer, infancia, mayores y empleo), cuyo principal objetivo es promover el empoderamiento de las personas y que tengan acceso a todos sus derechos.
Mediante los programas para personas sin hogar, en los Centros de Emergencia de Mérida (los meses más fríos del año) y Badajoz (abierto todo el año), se atendieron a 256 personas, de las cuales 71 de ellas decidieron dar el paso y salir de la situación de calle, siendo derivados a otros recursos o logrando alquilar una vivienda.
Por otra parte, desde los centros de atención integral (Centro Hermano y Centro Padre Cristóbal) se atendieron a 176 personas, de las que 53 obtuvieron el alta terapéutica (consiguiendo un empleo, recuperándose de sus adicciones, alquilando una vivienda…). Asimismo, 47 personas han participado en el programa de vivienda «Housing First» y han tenido acceso a los siete pisos disponibles para su autogestión, promoviendo así un nuevo comienzo y una mayor autonomía.
En cuanto al desarrollo de las acciones desde el programa de empleo, en 2023 se atendieron un total de 555 personas, de las cuales 226 participaron en cursos de formación o talleres, que les permiten mejorar su empleabilidad de cara a la inserción laboral, mientras que el 17% logró su inserción laboral.
Allí donde nos necesitas
Con el lema de la campaña de este año «Allí donde nos necesitas, abrimos camino a la esperanza», desde Cáritas se propone animar y promover el compromiso de la comunidad cristiana y de la sociedad en general con la defensa de la dignidad de las personas más pobres y vulnerables y sus derechos.
¿Cómo transmitir esperanza, abrir camino, en medio del sufrimiento y la pobreza? El papa Francisco nos dice que no hay que esperar a que nos llamen a nuestra puerta, sino llegar a las personas, allí donde estén, “en sus casas, en los hospitales y en las residencias, en las calles y en los rincones oscuros donde a veces se esconden, en los centros de refugio y acogida…” logrando, ante todo, “reconocerlos realmente”, para hacerlos “parte de nuestra vida” (Mensaje para la V Jornada Mundial de los Pobres).
El director de Cáritas quiso destacar la dedicación incansable de las 1.451 personas voluntarias de Cáritas en la archidiócesis, reflejo vivo del compromiso comunitario, fraterno y solidario con los últimos. Asimismo, en el último año Cáritas ha recibido el valioso apoyo, solidaridad y confianza de 4.810 socios y donantes en las Cáritas Parroquiales, además de contar con la colaboración de 553 socios y 812 donantes de Cáritas Diocesana de Mérida-Badajoz.