El informe anual sobre la contaminación por ozono de Ecologistas en Acción concluye que la totalidad de la población y del territorio extremeño han estado expuestos un año más a unos niveles insalubres de este contaminante.
• La organización ambiental espera que la nueva Directiva europea de calidad del aire, aprobada ayer, obligue a la Junta de Extremadura a aplicar medidas eficaces para atajar la contaminación, en el marco de los preceptivos planes autonómicos.
El informe sobre ozono elaborado por Ecologistas en Acción analiza los datos recogidos entre el 1 de enero y el 30 de septiembre de 2024 en casi 500 estaciones de medición repartidas por todo el territorio español, entre ellas 10 situadas en Extremadura.
En lo que respecta a Extremadura, entre sus principales conclusiones, destacan:
– El ozono es un contaminante muy complejo, que no tiene una fuente humana directa, sino que se forma en la superficie terrestre en presencia de radiación solar por la combinación de otros contaminantes denominados precursores, emitidos por el transporte (en especial los vehículos diésel), las centrales termoeléctricas, ciertas actividades industriales o la ganadería intensiva. Se trata por tanto de un contaminante típico de primavera y verano.
– El ozono es el contaminante atmosférico que año tras año afecta a más población y territorio en el Estado español, y el más estrechamente ligado al cambio climático, por su relación con la radiación solar. Durante 2024, sus niveles han caído en Extremadura por la menor duración del calor y la insolación estivales, ceñidos a los meses de julio y agosto.
– El informe de Ecologistas en Acción toma como referencia el valor diario recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), de acuerdo al cual el aire contaminado por ozono ha afectado en 2024 a la totalidad de la población y del territorio extremeños.
– La única zona donde en el trienio 2022-2024 se ha incumplido el objetivo legal para la protección de la salud en al menos una estación (Extremadura Rural) suma 610.000 habitantes, el 58 % de la población. Y las dos zonas donde se habría superado el nuevo objetivo legal aprobado para 2030 por la Unión Europea (la citada y la ciudad de Cáceres) suman 706.000 habitantes, el 67 % de la población.
– La frecuencia de las superaciones de los estándares legal y de la OMS ha sido inferior a la de los dos años previos, con descensos de respectivamente el 55 % y el 20 % en relación al promedio de las registradas en el periodo 2012-2019, en el conjunto de Extremadura.
– La contaminación por ozono debe abordarse como un problema sanitario de primer orden, que causa cada año en torno a 90 muertes en Extremadura, según el Instituto de Salud Global de Barcelona, afectando a niñas y niños, mayores, mujeres embarazadas y personas con enfermedades cardiorrespiratorias. Durante el verano de 2024, el Instituto de Salud Carlos III ha estimado en Extremadura un exceso de 60 muertes por el calor y el ozono.
– La información a la ciudadanía por parte de las administraciones públicas no es ni adecuada ni ajustada a la gravedad del problema. La Junta de Extremadura no ha advertido a la población del episodio de ozono de finales de julio en Badajoz, como es preceptivo.
– Ecologistas en Acción considera inaceptable que un año más la Junta de Extremadura siga careciendo de un plan eficaz de calidad del aire para rebajar el ozono en las zonas donde se han excedido los objetivos legales. El plan aprobado en 2018 no contiene el diagnóstico, el presupuesto ni las medidas adecuadas para solucionar el problema.
– Las principales vías de actuación para reducir la contaminación del aire por ozono son disminuir el tráfico motorizado, adoptar las mejores técnicas industriales disponibles, sustituir los disolventes orgánicos por agua, el ahorro y la eficiencia energética, un despliegue ordenado de las energías renovables, reducir el tráfico aéreo, penalizar fiscalmente a los vehículos diésel y una moratoria para las macrogranjas.
– Vencido hace casi dos años el plazo el plazo para que los municipios de más de 50.000 habitantes establecieran zonas de bajas emisiones, para mejorar la calidad del aire y mitigar el cambio climático, Badajoz, Cáceres y Mérida no las han implantado, pese a los abundantes fondos públicos que están recibiendo para ello. La Junta de Extremadura tampoco se ha dotado de protocolos frente a episodios de mala calidad del aire por ozono.
– Ecologistas en Acción saluda como un gran avance la aprobación ayer de la nueva Directiva europea de calidad del aire, y confía en que obligue a Gobierno y Junta de Extremadura a aplicar medidas eficaces para cumplir en 2030 los nuevos límites legales, en el marco de los preceptivos planes de calidad del aire, así como para mejorar la medición y la información, para lo que la organización pide al Gobierno una rápida transposición.