La capital pacense se prepara para acoger uno de los eventos más esperados del año en el ámbito enológico y solidario. Los próximos 5 y 6 de noviembre, el Hotel Río y su emblemático Palacio de Cristal se transformarán en el epicentro de una experiencia sensorial y humana sin igual: la Badajoz Wine Experience 2025.
Este evento, que representa la evolución natural de la ya consolidada Cata Solidaria de La Bodega de Santa Marina, aspira a convertirse en una cita de referencia en el calendario cultural y gastronómico del suroeste español. Más allá de un encuentro para amantes del vino, la Badajoz Wine Experience se presenta como un espacio donde la enología, la gastronomía y la cultura se dan la mano con un propósito común: la solidaridad.
El vino como vehículo de compromiso social
El Badajoz Wine Experience 2025 no se limita a exaltar la excelencia del vino. En esta edición, el vino es el medio, no el fin. Su esencia más profunda reside en su compromiso social, un valor que late en cada detalle de la organización. En un gesto de transparencia y generosidad ejemplar, el 100% de la recaudación se destinará de manera íntegra a dos causas que trabajan incansablemente en la mejora de vidas: la Asociación Mi Princesa Rett y la Asociación para la Donación de Médula Ósea de Extremadura (ADMO).
Este componente solidario no es un añadido, sino el verdadero pilar del evento.
“Cada copa que se sirva y cada brindis que hagamos tendrá un significado aún más especial: será también un gesto de compromiso y de esperanza”, destacó Javier Barrero, organizador de la iniciativa.
Así, la compra de una entrada deja de ser un simple acto de consumo para transformarse en una auténtica acción solidaria. Cada sorbo se convierte en un gesto de apoyo tangible, una contribución real que ayuda a cambiar realidades concretas. En definitiva, una muestra de que la cultura y la solidaridad pueden convivir en armonía, multiplicando su impacto.
Una experiencia sensorial completa
La Badajoz Wine Experience 2025 ofrecerá al público la oportunidad de descubrir, catar y conversar con algunos de los mejores elaboradores del sector vitivinícola, en un ambiente de proximidad y aprendizaje. La experiencia, concebida para ser inmersiva y educativa, se completará con una cuidada selección gastronómica que incluirá productos emblemáticos de la región como ibéricos, quesos y chocolates, todos ellos pensados para armonizar con los vinos presentados.
El objetivo es ofrecer una experiencia que no solo deleite al paladar, sino que eduque los sentidos y promueva el conocimiento sobre la cultura del vino y los valores que representa. En palabras de Barrero, “la excelencia en la mesa y la bondad en el corazón son dos caras de una misma moneda”.
El evento se erige así como un escaparate único de lo mejor que produce la tierra extremeña, tanto en la viña como en la dehesa, al servicio de una causa mayor: ayudar a quienes más lo necesitan.
Entradas a la venta: accesibilidad y aforo limitado
Uno de los valores fundamentales del encuentro es su accesibilidad. Las entradas, con un precio simbólico de 15 euros por jornada, ya están disponibles para el público. Pueden adquirirse a través de la web de La Bodega de Santa Marina, de forma presencial en su establecimiento y en una red de colaboradores que incluye restaurantes, bares y tiendas gourmet de toda la región.
Se trata de un precio asequible para una experiencia de valor incalculable. No obstante, el aforo es limitado, y la organización prevé una gran demanda. La combinación de una propuesta de calidad, un precio ajustado y un fin solidario convierte a la Badajoz Wine Experience 2025 en una cita ineludible tanto para los amantes del vino como para quienes creen en el poder de la solidaridad.
Una copa que brinda por el futuro
La Badajoz Wine Experience 2025 no es solo un evento vinícola; es una declaración de principios. Es la demostración de que cuando una comunidad se une alrededor de una copa, puede servir algo más grande que un buen vino: puede servir esperanza y futuro.
Con esta edición, Badajoz reafirma su posición como capital enológica del suroeste español y, al mismo tiempo, como referente en responsabilidad social y compromiso colectivo.
Una cita donde el vino sabe a generosidad, y cada brindis se convierte en un símbolo de humanidad compartida.
Foto: Cedida



