EP – Miembros de distintas asociaciones de personas sordas de Extremadura se han concentrado este sábado en la Plaza de España de Mérida para reivindicar la importancia de la atención temprana en la infancia y el trabajo para evitar el aislamiento de los adultos mayores con algún tipo de discapacidad auditiva en la región.
En este sentido, la presidenta de la Asociación de Personas Sordas de Cáceres, María Teresa Berrocoso, ha insistido, en declaraciones a Europa Press, sobre la necesidad de atender a la infancia y ofrecer una educación de calidad a los niños, en el marco del acto del Día Internacional de las Personas Sordas.
«Ahora mismo, hay niños sordos dispersos por la comunidad y la provincia de Cáceres, a los que queremos reunir para que tengan acceso a la lengua de signos, que es su lengua. Esta, al final, es la que les va a dar acceso a toda la información, a pesar de tener el apoyo de audífonos o implantes«, ha explicado Berrocoso, remarcando como crucial para lograr su propósito el reformar la sede de la asociación que encabeza.
Por su parte, miembros de la Asociación de Personas Sordas de Badajoz (Aspesoba) han hecho especial hincapié sobre la necesidad de intervenir en residencias de mayores donde las personas sordas pueden sentirse solas, faltas de apoyo y experimentando dificultades a la hora de ejecutar acciones como la ingesta de pastillas, ya que, señalan, a veces pueden producirse confusiones.
Al respecto, desde Aspesoba reivindican como «servicio clave para estar en igualdad»la importancia de que llegue a Extremadura VidAsor, servicio de videoasistencia y acompañamiento para personas mayores sordas en situación de especial vulnerabilidad o que vivan solas.
Con él, a través de la televisión convencional se establece un contacto «diario por imagen»para hacer un seguimiento de su estado de salud, medicación, recordatorios o simplemente conversación, según detalla la Confederación Estatal de Personas Sordas (CNSE).
OTRAS REIVINDICACIONES
En el acto, también han estado presentes representantes de la Asociación de Personas Sordas de Mérida, quienes han trasladado al alcalde emeritense, Antonio Rodríguez Osuna, la necesidad de «ampliar» el espacio que les fue cedido por el consistorio «o tener uno más grande» para poder brindar una mejor atención.
Hemos acordado sentarnos para ver si el Ayuntamiento dispone de ello y, si no, hay dos opciones: hacer una petición de cesión de un edificio público de la Junta que cumpla esos requisitos al Ayuntamiento, o bien adecuar alguno de los locales en bruto», ha explicado el regidor sobre esta solicitud que, ha precisado, «es una cuestión fácilmente solventable».
Durante el acto, también se ha procedido a la lectura del manifiesto, a nivel nacional, elaborado por la CNSE donde se ha insistido en que los derechos de las personas sordas son un «imperativo legal que ningún recorte ni política de austeridad pueden arrebatar».
Entre las reivindicaciones plasmadas en dicho manifiesto figura el asegurar la incorporación de los profesionales sordos en la enseñanza y traducción de la lengua de signos, de manera que se les posicione como «referentes de la enseñanza y traducción», así como la importancia de fomentar su empleabilidad con oportunidades laborales «justas y equitativas».
Del mismo modo, la CNSE ha pedido que se disponga de servicios de interpretación y videointerpretación en lengua de signos «gratuitos y de calidad en todos los ámbitos de la vida», instando a prestar «atención específica» a las mujeres sordas víctimas de violencia de género y a las personas mayores sordas con una «teleasistencia accesible».
En este sentido, la confederación ha remarcado la importancia de poder acceder «sin barreras de comunicación» a los servicios de emergencia, televisión, actividades artísticas, culturales y de ocio, a la justicia, a los servicios sociales y sanitarios o a las relaciones con la administración pública, entre otros.
También han llamado a «asegurar el acceso» de las personas sordas a las prótesis auditivas y a su mantenimiento «sin que su situación económica sea un impedimento», así como han pedido que se mantengan las ayudas a las entidades del movimiento asociativo de las personas sordas como «forma de evitar que se amplíe aún más la brecha con el resto de la ciudadanía».