Las unidades de la Guardia Civil en zonas rurales están «cada vez más vaciadas», porque hay un «gran número» de agentes comisionados en distintos destinos.

La Asociación Unificada de Guardia Civiles (AUGC) ha reclamado más medios, formación y un incremento en las plantillas para afrontar situaciones en el medio rural como las de Fregenal de la Sierra, donde un individuo amenazó a los efectivos con un cuchillo de grandes dimensiones y se atrincheró antes de ser detenido.

En concreto, el colectivo reclama más medios materiales, como pistolas taser, más protección jurídica, unos protocolos de actuación concisos, así como una distribución territorial más reagrupada y mayor plantilla en zonas rurales.

En este sentido, subraya que para afrontar este tipo de casos, que son «cada vez más frecuentes», la Comandancia de Badajoz cuenta con un único negociador, por lo que sería preciso disponer de más personal formado.

Así pues, en un comunicado, apunta que las unidades de la Guardia Civil en zonas rurales se encuentran «cada vez más vaciadas», debido a que hay un «gran número» de agentes comisionados en diferentes destinos.

«Se crean nuevas unidades fuera del catálogo de puestos de trabajo que se nutren de personal de los puestos, quedando estos mermados de disponibilidad», añade AUGC, que apunta que algunas de estas unidades «fantasma» se dedican a realizar controles de seguridad ciudadana en carretera para «equilibrar la estadística, pero rara vez actúan en casos urgentes» como el de Fregenal.

De esta forma, al final, y tal como se ha puesto en evidencia en este mismo caso, son los agentes del puesto de la localidad los primeros que actúan y los tiempos de respuesta están «aumentando debido a la reducida plantilla».

A este respecto, indica que continúan produciéndose la situación de guardias civiles que inician el servicio en modo unipersonal y se desplazan solos en un coche patrulla para recoger a otro guardia civil en otro puesto para formar una patrulla.

Finalmente, AUGC ha felicitado a los agentes que intervinieron en Fregenal por su «sangre fría y su buen hacer» teniendo en cuenta la «escasa formación que reciben, la inseguridad jurídica y la falta de material», concluye.