La dispensación sin receta o con ella pero fuera de la indicación terapéutica -sobre todo por parte de médicos privados- ha desabastecido el mercado dejando sin suministro a los pacientes diabéticos que lo necesitan.

El problema lleva dos años siendo una constante. Un fármaco innovador contra la diabetes y con esa indicación principal, no llega a los pacientes porque la semaglutida, la molécula del Ozempic, ha alcanzado tal fama que ha desabastecido completamente el mercado. No hay capacidad para producirla al ritmo de la demanda y al desbordar peticiones, el negocio clandestino hace su aparición.

Desde los primeros ensayos se comprobó el efecto de los medicamentos análogos del GLP-1 para bajar de peso; los famosos, los influencers y las redes sociales hicieron el resto. El resultado es que estos medicamentos tienen problemas de suministro casi desde el principio de su autorización.

Fármacos innovadores contra la diabetes

En España disponemos de dos de estos fármacos autorizados para disminuir los niveles de azúcar en sangre: el mencionado Ozempic (semaglutida) y Trulicity (dulaglutida). Ambos se financian en el tratamiento de la diabetes mellitus tipo 2 que no pueda ser controlada con dieta y ejercicio y cuando la metformina, que es el medicamento más utilizado, no se considera apropiada por alguna intolerancia o contraindicación.

El efecto paralelo de la reducción de peso es lo que ha llevado a que ambos medicamentos sean dispensados, sobre todo a través de recetas privadas, para una indicación que no es la principal, la diabetes. La escasez de unidades en el mercado ha llevado a la Agencia Española del Medicamento a lanzar una alerta de seguimiento, recordando a los médicos prescriptores que «deben priorizar el uso de estos tratamientos de acuerdo a las condiciones autorizadas, especialmente para el control glucémico de pacientes con diabetes mellitus tipo 2».

La AEMPS amenaza con sanciones por las ventas sin receta

Pero la Agencia va más allá, porque ha recibido varias denuncias de los servicios de inspección de las Comunidades Autónomas sobre la venta de ambos medicamentos sin receta en algunas farmacias, algo que la AEMPS recuerda, «puede dar lugar a responsabilidades administrativas», es decir, sanciones.

Además, advierten los profesionales sanitarios, el uso de estos fármacos sin control médico, puede provocar alteraciones de salud. Ningún medicamento es inocuo y en el caso de Ozempic se señala en su prospecto que puede tener efectos adversos frecuentes o muy frecuentes como náuseas, diarrea, vómitos o hipoglucemias. Y también interacciones con otros medicamentos.

Consultado por Onda Cero el Consejo General de Colegios de Farmacéuticos, insisten en que «los problemas de suministro tienen su origen en su uso fuera de indicación y recuerdan la necesidad de exigir la receta. En los casos excepcionales en los que se hubiese podido producir una dispensación sin la misma, existen mecanismos de inspección que determinarán las responsabilidades administrativas correspondientes previstas en la legislación».

Llega a España Wegoby, para control del peso

Visto el éxito de Ozempic, la compañía farmacéutica, Novo Nordisk, anunció la puesta en marcha de una segunda línea de producción utilizando la misma molécula, la semaglutida, para obtener un fármaco cuya indicación principal sea el control de peso.

Así nace Wegovy, que ha sido autorizado en España y que podrá venderse a partir de la próxima semana. A precio libre, designado por el laboratorio, ya que no se ha solicitado financiación pública al Ministerio de Sanidad. Eso sí, de nuevo se trata de un medicamento que debe estar indicado por un facultativo.

Wegovy se sumará a otro fármaco, Saxenda, que también está comercializado en pluma precargada para el control de peso.