Los niños saharauis no vendrán a España este verano que será muy diferente para ellos y sus familias de acogida. Una consecuencia más de las muchas que está dejando la pandemia de covid-19. Unos 124 niños estuvieron en Extremadura el pasado verano. Julián Regaña del programa Vacaciones en Paz en Llerena ha manifestado en Onda Cero: «Ha sido totalmente desaconsejable realizar el programa Vacaciones en Paz, porque el sistema sanitario en los campamentos es muy deficiente, casi nulo, y entonces cualquier niño que llegue contagiado allí seria un desastre, de hecho no dejan entrar y salir a nadie de los campamentos».

Este año tendrán que pasar sus vacaciones escolares en los campamentos de refugiados donde nacieron, en el desierto argelino, soportando temperaturas de más de 50 grados, y con poca alimentación. No podrán viajar a nuestro país, y dejarán de recibir las revisiones médicas, una alimentación equilibrada, y sobre todo, el cariño de las familias españolas y la diversión y el aprendizaje de un verano muy diferente. Señala Julián Regaña que en las próximas semanas, mandaran alimentos «con una empresa  dedicada a estos menesteres a una de las familias, que es la forma de poder ayudar».

Julián Regaña padre de acogida ha señalado en Onda Cero que ellos este año también lo pasaran mal sin ellos «llevamos 30 años acogiendo a niños. Este año estamos encerraditos en casa porque ellos no vienen. Los niños lo están pasando mal al igual que nosotros».

Para intentar hacer más llevadera esta situación, las autoridades saharauis junto con el movimiento solidario español han diseñado un programa de actividades altenativo. Ofrecen a los pequeños deporte, cultura y chequeos médicos. Este verano tendrán que pasarlo en el desierto, más de 4.000 niños y niñas saharauis que visitan nuestro país todos los años durante los meses estivales bajo el auspicio del programa ‘Vacaciones en Paz pero las familias españolas les esperan con los brazos abiertos para el siguiente, la cuenta atrás ya ha empezado.