El ganadero Borja Domecq, propietario de la ganadería de Jandilla, ha recibido la «alpargata de honor» que concede el Nuevo Casino Principal de Pamplona, por el comportamiento de sus toros en el encierro de los Sanfermines del año pasado.
La ganadería de Jandilla fue también declarada por la Casa de Misericordia de la capital navarra como la mejor corrida de 2018 a través de su ya tradicional trofeo «Feria del Toro», que es como se conoce también a este internacional ciclo sanferminero.

Todas estas distinciones vienen a reconocer el minucioso trabajo ganadero que lleva a cabo Borja Domecq en sus fincas pacenses de «Los Quintos», en Llerena, y «Don Tello», en Mérida, donde pastan estos astados de procedencia Juan Pedro Domecq y Díez, y uno de los predilectos de los figuras del toreo, entre ellas, José Tomás.

El gran impulsor del que es ahora uno de los hierros más importantes de la cabaña de bravo fue Fernando Domecq, que falleció el pasado 20 de mayo.

Fernando se hizo cargo de la mitad de la vacada paterna a principios de los años 80, anunciándola como Jandilla, y logró colocarla en la primera fila en todas las ferias de categoría hasta que en 1988 decidió cedérsela a su hermano Borja para emprender su propia aventura ganadera.