Funcionarios de la Unidad Operativa de Vigilancia Aduanera de la Agencia Tributaria en Extremadura han intervenido 1.848 kilos de géneros falsificados durante la celebración de la Feria Internacional Ganadera de Zafra.
Funcionarios de la Unidad Operativa de Vigilancia Aduanera de la Agencia Tributaria en Extremadura han intervenido 1.848 kilos de géneros falsificados durante la celebración de la Feria Internacional Ganadera de Zafra.
En el marco de la operación ‘Big-Fake’, los investigadores de la Agencia Tributaria iniciaron una operación específica en el seno de las actuaciones abiertas por delitos contra la propiedad industrial con objeto de descubrir el modo de proveerse de género falsificado por parte de los vendedores de la zona de Zafra y alrededores.
Tras realizar diversas investigaciones, descubrieron que el ‘modus operandi’ de los vendedores consiste en que los productos falsificados se reciben a través de mensajería.
Al llegar a Zafra serían «recogidos y trasladados previsiblemente» a la Feria Internacional Ganadera de Zafra, uno de los eventos más importantes de la región, subraya la Agencia Tributaria en nota de prensa.
Así, los pasados días 26 y 27 de septiembre se establecieron controles en mensajerías que dieron como resultado la aprehensión de un número «muy elevado» de artículos repartidos en 32 envíos distintos, y la identificación plena de 16 personas que pasaron a ser investigadas por delitos contra la propiedad industrial.
A falta de una valoración oficial, se estima que el valor de lo intervenido se establece en 760.870 euros.
El comercio ilegal de género falsificado presenta un volumen «importante» de negocio para las organizaciones criminales. Con él se traslada la percepción al comprador de que está adquiriendo un producto de calidad basado en la reputación de la marca registrada que porta.
Por un lado, resulta un «perjuicio económico y reputacional» para la marca y, por otro, un «engaño o estafa» al consumidor. Además, en la mayoría de los casos, este comercio forma parte de la economía sumergida y sus beneficios «no afloran, no se declaran, y por tanto no tributan».