(EFE).- La Asociación Contra el Acoso Escolar de Cáceres (ACOES) ha pedido que se investiguen «más posibles casos de acoso en el instituto de Almendralejo (Badajoz) donde la familia de un menor ha denunciado una agresión física y sexual sobre este cometida presuntamente por cuatro compañeros de estudio.

En una rueda de prensa ofrecida este lunes en Cáceres, la presidenta de ACOES, Maribel Mendoza ha afirmado que les «consta que se han podido dar más casos similares» al ahora denunciado y ha instado a la Delegación del Gobierno y a la Policía Nacional a que lleven a cabo dicha investigación.

«ACOES tiene conocimiento de que se habría dado el caso de otro alumno que también habría sufrido agresiones en el centro», ha dicho Mendoza, aunque no ha concretado la fecha ni tampoco si el chico, «con una discapacidad alta cognitiva», sigue estudiando en el centro educativo.

Caso ha instado a los padres y madres del instituto almendralejense a que hablen con sus hijos ya que, al parecer, podría ser «el ‘modus operandi’ de este grupo”, en referencia a los cuatro supuestos agresores implicados en el caso denunciado por la familia.

Agresión

Respecto a la supuesta agresión física y sexual sufrida por un menor denunciada hace unos días, Mendoza ha asegurado que los hechos denunciados se habrían producido en el vestuario del instituto, «donde no hay cámaras», en diferentes días a lo largo del mes de marzo.

El propio menor lo puso en conocimiento de un profesor el pasado 26 de marzo, tras lo cual el centro se puso en contacto con la madre y le indicaron que había sufrido «una agresión física y sexual», según relata la asociación.

Posteriormente, el menor fue derivado al Hospital de Tierra de Barros.

Desde ACOES se han echo eco de un «informe de lesiones» de este caso y han mostrado la captura de un mensaje en una red social en la que uno de los supuestos agresores se pone en contacto con el agredido y le “reconoce los hechos y se disculpa».

Al mismo tiempo han criticado los protocolos de los centros en estos casos: «Es una pena que los menores agredidos tengan que abandonar el centro y los agresores no; eso es de vergüenza».