La presidenta de la Junta de Extremadura, María Guardiola, ha admitido que le da «cierta esperanza» sobre el futuro de la Central Nuclear de Almaraz que la ministra de Transición Ecológica y Reto Demográfica, Teresa Ribera, pueda dejar este cargo para ser la candidata del PSOE a las elecciones europeas.

La presidenta de la Junta de Extremadura, María Guardiola, ha admitido que le da «cierta esperanza» sobre el futuro de la Central Nuclear de Almaraz que la ministra de Transición Ecológica y Reto Demográfica, Teresa Ribera, pueda dejar este cargo para ser la candidata del PSOE a las elecciones europeas.

Y es que Teresa Ribera «como ministra, teníamos muy clara cuál es su irresponsable decisión desde mi punto de vista y el de mucha gente, que era, en este caso, cerrar Almaraz», ha señalado María Guardiola durante su intervención en el Foro ABC, recogida por Europa Press, que ha protagonizado en Madrid.

Sin embargo, ha añadido que si Ribera es finalmente «posible comisaria europea» de energía o medio ambiente, «pues tendrá que someterse a las decisiones que quieran el resto de países», tras lo que ha señalado que el «sentido común de la mayoría de países de Europa» apuesta por la energía nuclear.

Por ese motivo, la presidenta extremeña le ha deseado «lo mejor a Teresa Ribera fuera de España»

Guardiola ha apuntado que en la actualidad, la ministra Ribera tiene «un importante dilema», ya que en su cartera «comparte dos competencias fundamentales», como es por un lado el reto demográfico, y por otro, el desarrollo de infraestructuras eléctricas, dos competencias que, a juicio de Guardiola, «se está afrontando desde la peor óptica posible», ya que «todo lo que propone, bien sea por acción o por omisión, lo que produce es una pérdida de habitantes».

Por eso, la presidenta de la Junta ha tachado de «incongruencia» que esta ministra, que «tiene entre sus competencias revertir la falta de población, sostenga y no enmiende decisiones que van a contribuir a destruir empleo de calidad en una tierra que necesita todo lo contrario, lo que necesita es generar puestos de trabajo.

«POTENCIA PRODUCTORA»

Durante su intervención, María Guardiola ha defendido que Extremadura ha tenido un «desarrollo industrial reseñable» en producción energética, pero «a nadie se le ha ocurrido colgarnos la etiqueta de potencia productora», a pesar de que la región «produce electricidad para el resto de España».

En ese sentido, ha apuntado que la Central Nuclear de Almaraz «es la planta nuclear que más ha aportado al Sistema Eléctrico Nacional desde su puesta en marcha», y solo el año pasado generó un 7 por ciento del total de la energía consumida en el país.

A esto se une que Extremadura «es la región líder en energía fotovoltaica», ya que en 2023 produjo el 24,6 por ciento del total de producción fotovoltaica a nivel nacional, por lo que Guardiola ha defendido que la región está «contribuyendo al desarrollo sostenible».

«ESPAÑA TIENE QUE RECONOCER A EXTREMADURA»

Por este motivo, María Guardiola ha defendido que «España tiene que reconocer a Extremadura como una potencia productora, una potencia energética», ya que produce «más del diez por ciento de toda la energía eléctrica que se consume en España»

Según los datos que ha aportado, Extremadura produce energía «para más de ocho millones de familias», cuando esta región tiene un millón de habitantes, tras lo que ha aseverado que van «a seguir siendo solidarios, por supuesto que sí», pero ha reclamado al Gobierno central «que se nos reconozca, o al menos que no se nos castigue por ello».

Por ello, la presidenta de la Junta de Extremadura ha reclamado que «haya ventajas en el sistema para esas comunidades autónomas que somos un referente en energía limpia», y ha exigido que Red Eléctrica les «permita contar de una vez por todas con las redes que necesitamos para cubrir un déficit industrial que nos ha obligado a perder muchos trenes».

Además, Guardiola también ha considerado «muy urgente» que «se revise de una manera integral todas las figuras tributarias que recaen sobre la energía», ya que según ha considerado «hay situaciones que son muy injustas con Extremadura», que produce el 10 por ciento del total de la energía que se consume en España, pero «recibe un 0,21 por ciento de estos ingresos del Estado».

Por eso, «ha llegado el momento de reivindicar que esos territorios que somos productores participemos más en los ingresos que genera el sector de la energía», ha aseverado Guardiola, quien ha defendido que se trata de «una cuestión de justicia», ya que «es vital que se compense a esos territorios que estamos haciendo un esfuerzo».

CAMBIO DE PARADIGMA

María Guardiola ha llamado la atención sobre el «importante cambio de paradigma» que se está produciendo con la energía nuclear, que «denostada en el pasado», ahora «se ha revelado como una fuente imprescindible para la sostenibilidad medioambiental y también para la soberanía, no solo de nuestro país, sino del resto de países de la Unión Europea», ha defendido la presidenta extremeña.

Por eso, ha considerado que frente a la «ideología impuesta» de que energía nuclear es una energía del pasado, ahora «se impone la realidad, las necesidades diarias de las familias y de las empresas, y sobre todo se impone la evidencia científica», todo ello pone de manifiesto que «la nuclear es una energía del futuro» y «considerada verde».

María Guardiola ha defendido que «hoy la Central Nuclear de Almaraz es mucho más segura que el día en que se inauguró», por lo que ha criticado que el Gobierno central pretenda «despreciar una energía que es del presente y del futuro», y con sus planes cierre, quiere «condenar a Almaraz a la destrucción de más de 4.000 puestos de trabajo».

El Gobierno «pretende condenarla (a Almaraz) a la oscuridad y sumirla en la despoblación y sumirla en la pobreza y arriesgar la seguridad energética de todo un país.

Ante esta situación, Guardiola ha reprochado que «acelerar el cierre de las centrales nucleares es un capricho identitario demasiado caro para Extremadura y, a la larga, para toda España», por eso ha reivindicado que la Central de Almaraz continúe funcionando más allá de la fecha prevista de cierre, en los años 2027 y 2028 para sus dos reactores.

A juicio de Guardiola, cerrar Almaraz supone poner «en riesgo la soberanía energética de todo el país» y sacrificar muchos puestos de trabajo, por lo que ha aseverado que «legislar así solo es propio de Gobiernos infantilizados y de responsabilidades muy fugaces», ha concluido.

EP