El secretario general del PSOE de Extremadura, Miguel Ángel Gallardo, ha mostrado su apoyo al cultivo de tabaco en Extremadura, sector del que dependen 20.000 personas en las comarcas de Campo Arañuelo y La Vera, en Cáceres, donde se produce el 98% del total de España, y ha rechazado el etiquetado genérico de las cajetillas, que supondría un ataque a la «calidad» de la producción extremeña.

Así lo ha indicado en declaraciones a los medios de comunicación antes de visitar las instalaciones de Cetarsa, en Talayuela, donde se ha posicionado en contra de la medida impulsada por el Ministerio de Sanidad dentro del Plan Integral de Prevención y Control del Tabaquismo.

«El etiquetado genérico no es algo que vaya a prohibir el tabaco, sino que lo que prohíbe es la calidad en el tabaco», ha defendido el líder de los socialistas extremeños, quien ha defendido que «aquellos que deciden ser usuarios lo hagan con tabaco de calidad, que es lo que Extremadura exporta».

Según Gallardo, el etiquetado genérico implicaría la «igualdad de todo tipo de tabaco de terceros países donde la trazabilidad y la calidad no esta garantizada», ha asegurado, antes de realizar una visita con la que pretende mostrar el «apoyo claro» del PSOE al sector tabaquero.

«El PSOE no titubea en la defensa de los intereses de los extremeños», y menos cuando afecta al empleo y a la «dignidad de las personas», motivo por lo que, ha expuesto, los socialistas extremeños defienden el sector del tabaco «en Extremadura, en Madrid y también en Europa».

El motivo no es otro que el cultivo de tabaco «es la forma de vida» para 20.000 familias que son las que «sostienen al mundo rural». «No solo es una forma de vida, también es la forma en cómo se hace la Extremadura que conocemos y, por lo tanto, lo que genera el equilibrio entre el mundo rural y urbano», ha añadido Gallardo.

El secretario general del PSOE de Extremadura ha subrayado, además, que la mayoría de estas 20.000 personas que viven del sector son mujeres. Un empleo femenino que, ha incidido, es el «más castigado» desde que María Guardiola llegó al gobierno autonómico.

EP