El hombre permanece en prisión desde estos hechos. El juicio ha quedado visto para sentencia.
La Fiscalía de Badajoz pide 15 años de prisión para un hombre por asestar hasta 35 puñaladas a la que era su pareja el 9 de abril de 2022 en Don Benito, pena que la acusación particular eleva a 18 años y unos hechos que se han juzgado este martes en la Audiencia pacense.
Durante la vista, el procesado, de 33 años, ha expresado que «se le fue la cabeza», aunque ha manifestado que no se acuerda de nada pues estaba muy borracho y que cuando fue consciente de lo que había sucedido «se arrepintió» y llamó a Emergencias, pues nunca pretendió «matarla».
Sin embargo, la víctima ha manifestado que el hombre era «muy celoso», por lo que discutieron, momento en el que la mujer le trasladó que «había llegado a su límite» dentro de la relación, tras lo cual fue empujada y después recibió las puñaladas.
Los hechos acontecieron de noche en el domicilio familiar, después de que la pareja hubiera salido previamente a tomar unas copas en un bar (muchas cervezas y chupitos según él, solo tres cervezas y un chupito según la víctima), y antes de que la mujer procediera a salir de nuevo.
En ese instante el varón quiso que la mujer no saliera de casa, como ha expresado la víctima, momento en el que le asestó hasta 35 puñaladas con un cuchillo de cocina que según él se encontraba en un mueble de la entrada y según ella estaba guardado, por lo que el procesado fue ex profeso a por el arma utilizada.
En este marco, las acusaciones han querido demostrar que había premeditación en los hechos, pues además, y según el testimonio de la madre de la víctima, el procesado fue a llevarle a la hija menor de la pareja, para que se quedara con ella esa noche y pudieran así salir, cuando la relación entre el acusado y los abuelos era «distante».
«Sorprendió que trajera a la niña», ha afirmado la abuela, quien también ha citado el hecho de que el procesado le preguntara días antes de los hechos por una póliza de decesos a nombre de ella, de su hija y de su nieta.
Tras atacar a su pareja, el hombre se autolesionó con distintas puñaladas para autoculparse por lo que había hecho y según la víctima para fingir inicialmente que ambos se habían agredido mutuamente.
Fiscalía y acusación particular consideran que el hombre intentó acabar con la vida de la mujer, incluyendo además ésta última un delito continuado de violencia de género.
La defensa alega por su parte que los hechos deben ser catalogados como un delito de lesiones, al entenderse que las puñaladas no fueron lo suficientemente potentes para que la mujer hubiera fallecido.
El hombre permanece en prisión desde estos hechos. El juicio ha quedado visto para sentencia.