El objetivo es alcanzar los 200 puntos entre municipios y entidades locales menores.

Las farmacias situadas en localidades extremeñas menores de 1.500 habitantes están instalando durante este mes de noviembre desfibriladores (DEA) para la «cardioprotección activa» de sus habitantes.

La instalación de estos desfibriladores se enmarca en el acuerdo alcanzado entre los Colegios Oficiales de Farmacéuticos de Extremadura y el Servicio Extremeño de Salud (SES), con el objetivo de alcanzar los 200 puntos entre municipios y entidades locales menores.

Estos desfibriladores se sitúan en el exterior de las farmacias, por que estarán «en disposición de atender cualquier contingencia a cualquier hora del día o de la noche», según explica el Colegio de Farmacéuticos en nota de prensa.

En el marco de este acuerdo, todos los farmacéuticos, técnicos y personal auxiliar de las farmacias están participando con cursos de Reanimación Cardiopulmonar, que los habilita para usar de un modo eficiente estos dispositivos, una formación que se extenderá a determinados vecinos de estas localidades.