Una delegación formada por el director general de la Política Agraria Comunitaria (PAC), Javier Gonzalo, responsables del Centro de Investigaciones Científicas y Tecnológicas de Extremadura (CICYTEX), de la compañía pública tabaquera CETARSA y del Centro Tecnológico Nacional Agroalimentario (CTAEX) ha visitado la empresa transformadora de fibra de cáñamo Hempflax, situada en los Países Bajos. El objetivo de la visita es estudiar el modelo que emplea esta fábrica en el proceso de transformación del cultivo para plantear distintas alternativas de diversificación en Extremadura, un propósito enmarcado en la apuesta de la región por el cáñamo industrial y la utilización y el aprovechamiento de productos derivados de estas plantas. La moderna factoría neerlandesa, ubicada en la localidad de Oude Pekela, trata integralmente este producto para obtener diversos materiales de alto valor, entre los que figuran aceite, materiales de construcción, productos bioquímicos, alimentos, piensos, cosméticos y biocombustibles. La comunidad extremeña cuenta con las condiciones idóneas para el cultivo del cáñamo, así como con los agentes necesarios para completar su cadena de valor a través de la investigación, producción y transformación del mismo. La Junta de Extremadura y los centros de investigación estudian la adaptación de este cultivo para generar valor social desde la sostenibilidad. POLO TECNOLÓGICO DEL CÁÑAMO En este sentido, Extremadura cuenta con el Polo Tecnológico del Cáñamo, liderado desde el Centro Tecnológico Agroalimentario Extremadura (CTAEX), con el objeto de potenciar el sector del cáñamo industrial en España. Se constituyó en 2020 con la participación de distintas empresas tecnológicas y centros de investigación, y con el respaldo institucional de la Junta de Extremadura. Cabe recordar que el cáñamo industrial se puede cultivar en el país siempre que el objeto de su aprovechamiento sean las fibras y semillas, utilizando semillas certificadas cuyo contenido en THC (delta-9-tetrahidrocannabinol), principal ingrediente activo de la planta, sea menor del 0,2 por ciento. De no cumplirse dichas condiciones, es necesaria la aprobación de la Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios (AEMPS).