Extremadura se sitúa como la tercera comunidad autónoma con la mayor tasa de población en riesgo de pobreza o exclusión social del país –la denominada tasa Arope–, que está en el 32,8 por ciento en 2023.

De esta forma, Extremadura se sitúa tras las comunidades de Andalucía (37,5%) y Canarias (33,8%) con la mayor tasa Arope, y casi seis puntos por encima de la media nacional, que está en el 26,5 por ciento.

Así se recoge en la Encuesta de Condiciones de Vida correspondiente a 2023 publicada este lunes por el Instituto Nacional de Estadística (INE), que establece por otra parte que la población con carencia material y social severa asciende al 8 por ciento en Extremadura en 2023, frente al 9% de la media del país.

Respecto a la tasa de riesgo de pobreza, Extremadura se sitúa en segundo lugar con el 27,6 por ciento, por detrás de Andalucía que está en el 30,5 por ciento, y muy por encima de la media del país, que en 2023 se situó en el 20,2 por ciento.

De acuerdo a los resultados de esta encuesta, el 39,5 por ciento de los extremeños no puede permitirse ir de vacaciones al menos una semana al año (frente al 33,1% de la media del país); el 40,7 por ciento no tiene capacidad para afrontar gastos imprevistos (frente al 37,1% de la media nacional), y 11 por ciento tiene mucha dificultad para llegar a final de mes (el 9,3% del conjunto del país).

DATOS NACIONALES

En el conjunto del país, el porcentaje de población española en riesgo de pobreza o exclusión social –la denominada tasa Arope– creció medio punto en el último año hasta situarse en el 26,5%, mientras que la población con «carencia material y social severa» escaló hasta el 9%, la tasa más alta desde 2014.

De acuerdo a estos datos, por grupo de edad, la tasa AROPE (que mide la tasa de riesgo de pobreza relativa, el porcentaje de población con baja intensidad en el empleo y la carencia material y social severa) mejoró en los dos primeros campos (al pasar del 20,4 al 20,2% y del 8,7 al 8,4%, respectivamente); mientras que empeoró el porcentaje de población con carencia material y social severa (del 7,7 al 9%).

Por sectores de población, la encuesta –realizada entre febrero y mayo de 2023– detalla que subió 2,1 puntos entre los menores de 16 años y 0,4 en el grupo de 16 a 64 años. Por el contrario, bajó 0,4 puntos entre los de 65 y más años.

Las tasas AROPE de riesgo de pobreza o exclusión social más elevadas se dieron en el año 2023 en Ceuta (41,8%), Andalucía (37,5%), Melilla (36,7%), Canarias (33,8%) y Extremadura (32,8%), Catilla-La Mancha (31,7%), Murcia (30,5%), Comunidad Valencia (29,6%), Galicia (25,5%), Asturias (25%), Castilla y León (22,4%), Cantabria (22%), La Rioja (21,8%), Cataluña (21,2%), Aragón (20,4%) y Baleares (20%).

En el lado contrario, País Vasco (15,5%) y Comunidad Foral de Navarra (17,2%) presentaron las tasas de riesgo de pobreza o exclusión social más bajas.

Respecto a las tasas de riesgo de pobreza, las más elevadas se dieron en Andalucía (30,5%), Extremadura (27,6%) y Canarias (26,1%). País Vasco (10,2%), Comunidad de Madrid (12,9%) y Comunidad Foral de Navarra (13,8%) presentaron las tasas de riesgo de pobreza más bajas.

En cuanto a la tasa AROPE por nivel de formación alcanzado, la encuesta revela que la tasa de riesgo de pobreza o exclusión social en el caso de personas con educación superior fue del 13,3%; del 25,7 entre personas con estudios de secundaria de segunda etapa; del 33,5% entre personas con estudios de secundaria de primera etapa y del 36,7% entre personas con educación primaria o un nivel de estudios inferior.

Sobre la tasa AROPE por situación laboral, entre los ocupados fue del 16,6%; entre los jubilados, del 17,2%; otros inactivos, del 38% y entre los parados, del 56,7%.

CASI UN 40% DE HOGARES, SIN CAPACIDAD PARA AFRONTAR GASTOS IMPREVISTOS

Además, la encuesta revela que el 37,1% de los hogares españoles no tenía capacidad para afrontar gastos imprevistos el año pasado, porcentaje casi dos puntos superior al de 2022 y el más elevado desde el ejercicio 2016 (38,7%).

El organismo considera que los hogares tienen capacidad para hacer frente a gastos imprevistos cuando disponen de recursos propios para ello, es decir, sin recurrir a préstamos o compras a plazos para pagar gastos habituales que antes se liquidaban al contado.

La encuesta revela también que el 9,3% de los hogares llegaba a final de mes con «mucha dificultad» en 2023, porcentaje seis décimas superior al de 2022 y el más alto desde 2020, cuando éste alcanzó el 10%.

El INE apunta además que el número de hogares que no se ha podido permitir ir de vacaciones al menos una semana al año se situó en 2023 en el 33,1%, porcentaje cuatro décimas inferior al de 2022 y el más bajo desde 2021 (32,7%).

Según el organismo estadístico, el 10% de los hogares admite que se retrasa en los pagos a la hora de abonar gastos relacionados con la vivienda principal (hipoteca, alquiler, comunidad, etc.). Este porcentaje no ha variado respecto a 2022.

Asimismo, el 21% de las familias, una de cada cinco, asegura que no puede mantener la vivienda a una temperatura adecuada, porcentaje que se ha disparado más de tres puntos respecto a 2022 (17,7%) y que es el más elevado desde 2004, inicio de la serie.

Al mismo tiempo, el 6,4% de los hogares declara que no puede permitirse una comida de pollo, carne o pescado al menos cada dos días, porcentaje un punto superior al de 2022 y también el más alto desde el inicio de la serie.