Tener una buena higiene del sueño es fundamental para nuestra salud, esto incluye respetar las horas para dormir, así como la calidad del mismo.
El móvil se ha convertido en un imprescindible en nuestro día a día, tanto es así que puede a muchas personas les cuesta dejar el móvil lejos cuando van a dormir. Según la Sociedad Española de Neurología, entre un 20 y un 48% de la población adulta española sufre dificultad para iniciar o mantener el sueño. Entre las causas más comunes, según los expertos, se encuentra el uso de teléfonos móviles y otras pantallas.
Tener una buena higiene del sueño es fundamental para nuestra salud, y cuando hablamos de tener una buena higiene del sueño incluye respetar las horas para dormir, así como la calidad del mismo.
De esta manera, según neurólogos y expertos en sueño, dormir con el móvil cerca puede tener varios efectos negativos sobre tu salud, especialmente tu cerebro y descanso.
Efectos negativos de dormir con el móvil cerca
Interfiere con la calidad del sueño: la luz azul de la pantalla suprime la melatonina, la hormona que regula el sueño. Incluso si no estás usándolo, notificaciones, vibraciones o luces pueden interrumpir tus ciclos de sueño.
Aumenta el estado de alerta mental: estar pendiente del teléfono (aunque no lo mires) mantiene tu cerebro en estado de vigilancia. Tener el móvil al lado hace que tu cerebro no se desconecte del mundo exterior, pudiendo generar estrés nocturno si recibes mensajes, correos o notificaciones inesperadas. Tu mente no se desconecta del todo, lo que reduce el sueño profundo.
Exposición a radiación: aunque los estudios no son concluyentes, algunos neurólogos advierten sobre la exposición prolongada a campos electromagnéticos (EMF) cuando el móvil está cerca, especialmente si está bajo la almohada o en la mesita de noche. Esto puede generar calor leve, interferencias eléctricas o incluso afectar el descanso a largo plazo.
Recomendaciones para dormir mejor y tener una buena higiene del sueño
Tener una buena higiene del sueño significa crear hábitos y un ambiente que promuevan un sueño saludable y reparador. Es clave para la memoria, el estado de ánimo, el sistema inmune y el rendimiento diario. Para poder conseguirlo puedes tener en cuenta estos consejos:
Mantén un horario regular: acuéstate y despiértate a la misma hora todos los días, incluso fines de semana. Esto regula tu ritmo circadiano (el reloj interno del cuerpo).
Usa la cama solo para dormir: evita ver series, trabajar o comer en la cama. Esto le enseñará a tu cerebro que la cama es igual a descanso.
Cuida el ambiente del dormitorio: intenta que esté silencioso, oscuro y con una temperatura entre 18-22°C. Puedes usar cortinas oscuras, antifaz o tapones si es necesario.
Crea una rutina relajante: puedes leer, meditar, escuchar música suave, hacer respiración profunda o darte un baño tibio para ayudarte a desconectar.
Evita cafeína y alcohol por la tarde/noche: la cafeína (café, té, chocolate, bebidas energéticas) puede afectar el sueño hasta 6 horas después de consumirla. Por su parte, el alcohol puede ayudarte a dormir al inicio, pero interrumpe las fases profundas del sueño.
Cenas ligeras y al menos 2 horas antes de dormir: evita comidas pesadas o picantes justo antes de acostarte.
Haz ejercicio (pero no muy tarde): el ejercicio regular mejora el sueño, pero intenta que sea al menos 3 horas antes de dormir.
No te obsesiones si no puedes dormir: si pasan más de 20-30 minutos sin dormirte, levántate, haz algo tranquilo (sin pantallas) y vuelve a intentarlo.
En lo relacionado con el móvil:
Intenta colócalo a más de 1 metro de la cama.
Usa despertadores analógicos si puedes, si no es posible puedes activar el modo avión y la alarma seguirá sonando.
Apaga las notificaciones o usa el modo «No molestar».
Evita pantallas al menos 30-60 minutos antes de dormir.