La ley de bienestar animal establece cambios en la tenencia de animales de compañía además de nuevas sanciones.

Este viernes 29 de septiembre, entra en vigor la Ley de Protección de los Derechos y el Bienestar de los Animales, más conocida como ley de bienestar animal, impulsada por el Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030, encabezado por Ione Belarra.

El texto de la ley ha sido uno de los muchos puntos de desencuentro que el Gobierno de coalición ha vivido durante la pasada legislatura. En esta ocasión, a cuenta de los perros de caza, que el PSOE quería dejar fuera de la ley y Unidas Podemos quería incluir. Finalmente, fue llevada al Congreso con la exclusión de estos animales.

A finales de marzo, la Cámara Baja aprobó esta ley con el apoyo de PSOE, Unidas Podemos, En Comú Podem, Galicia en Común, ERC, EH Bildu y la CUP; las abstenciones de Junts, BNG, Compromís y Teruel Existe y los votos en contra de Partido Popular, Vox, Ciudadanos, PNV, PDeCat, Más País, Coalición Canaria, UPN, Foro y PRC. Y ahora, seis meses después de su publicación en el Boletín Oficial del Estado (BOE), entra en vigor, con algunas excepciones.

La ley se centra principalmente en la lucha contra el maltrato y el abandono de animales, endureciendo las penas. Asimismo, establece otras nuevas reglas, como un máximo de horas que se podrá dejar a la mascota sola en casa.

¿Cuántas horas se podrá dejar a la mascota sola?

En el artículo 27 de esta Ley 7/2023, de 28 de marzo, se establece el tiempo máximo que se puede dejar solos a los animales de compañía, haciendo una especial distinción para los perros:

  • Animales de compañía: pueden estar sin supervisión un máximo de tres días.
  • Perros: pueden estar sin supervisión un máximo de 24 horas.

Esterilización de los perros

Asimismo, el Ejecutivo pretende promover campañas de identificación, vacunación, esterilización, cría y venta responsable. Por ello, en el texto se obliga a los centros públicos de protección animal y a las entidades de protección animal tipo RAC, a esterilizar a los perros, gatos y hurones antes de entregarlos en adopción o a «suscribir un compromiso de esterilización o no reproducción«, en el caso de que el animal no tuviera la edad o las condiciones suficientes para llevar a cabo la cirugía.

Además, también estarán obligados a esterilizar a otras especies, según criterio veterinario. Y para poder cesar y adoptar a animales de compañía se tendrá que haber realizado los «tratamientos preventivos o curativos preceptivos, estar identificados y esterilizados o con compromiso de esterilización en un plazo determinado si hay razones sanitarias que no la hagan aconsejable en el momento de la adopción».

A su vez, el texto también recoge que las familias deben asumir el compromiso de que llevarán a cabo todas las «medidas necesarias para evitar la reproducción incontrolada de los animales de compañía«. Y apuntan que «la cría sólo podrá ser llevada a cabo por personas responsables de la actividad de la cría de animales de compañía inscritas como tales en el correspondiente Registro».

Identificación

Los dueños de perros, gatos y hurones deberán tenerlos correctamente identificarlos con un microchip. En cuanto a las aves, la identificación será a través de un anillado desde su nacimiento. Esta inscripción se hará en el Registro de Animales de Compañía de cada comunidad autónoma.

Si los perros, gatos y hurones vienen de otro país de la Unión Europea (UE) tienen que mantener su pasaporte original que no podrá ser sustituido por otro documento de identificación.

Cambio en los espacios públicos

En el artículo 27 de esta ley se prohíbe dejar y mantener atados o deambulando a los animales domésticos en espacios públicos sin la supervisión presencial. Se trataría de una infracción leve penada con multas de entre 500 y 10.000 euros.

Venta de animales de compañía

En los artículos 56 y 57 de la ley se habla de la venta en tiendas y online de animales de compañía. «El establecimiento deberá disponer de separaciones físicas entre las zonas de paso y las instalaciones de animales, de forma que restrinja al público el acceso a estos, con los que solo tendrán contacto directo bajo la supervisión directa del personal del establecimiento», indica.

En el caso de la venta online dispone que queda prohibida «la venta directa de cualquier tipo de animal de compañía a través de internet, portales web o cualquier medio o aplicación telemáticos». Además, «para el anuncio de animales a través de medios de comunicación, revistas, publicaciones asimilables y demás sistemas de difusión, como Internet, deberá incluirse obligatoriamente en el anuncio el número de registro de criador o el núcleo zoológico del establecimiento de venta, así como el número de identificación del animal en su caso. Las plataformas verificarán la veracidad de los datos consignados por el vendedor».

Zonas de la casa donde no se podrá dejar a los perros y gatos

Aunque el texto no instaura una lista de lugares prohibidos donde dejar a los perros y gatos, sí se establece que no se podrán tener de «forma permanente», en terrazas, balcones, azoteas, trasteros, sótanos, patios y similares o vehículos.

Alimentación

La ley de bienestar animal imposibilita alimentarlos con «vísceras, cadáveres y otros despojos procedentes de animales», siempre que no se hayan pasado «los oportunos controles sanitarios, de acuerdo con la normativa sectorial aplicable».

Retraso de la entrada en vigor de dos medidas

Seguro para perros

La Dirección General de Derechos de los Animales informó a mediados de septiembre del retraso de la entrada en vigor del punto 3 del artículo 30 de la ley debido a que «en puridad de términos jurídicos, no resulta efectivamente aplicable hasta que se produzca el desarrollo reglamentario de dicho precepto, de conformidad con lo dispuesto en el mismo«.

En el punto 3 se implanta la obligatoriedad de tener contratado un seguro de responsabilidad civil por tenencia de perros. «La persona titular deberá contratar y mantener en vigor un seguro de responsabilidad civil por daños a terceros, que incluya en su cobertura a las personas responsables del animal, por un importe de cuantía suficiente para sufragar los posibles gastos derivados, que se establecerá reglamentariamente», dice la ley.

Y, en cuanto a los perros considerados como potencialmente peligrosos, «la normativa específica obliga a que la cobertura mínima del seguro de responsabilidad civil sea de, al menos, 120.000 euros,

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