Haciendo balance de las temporadas turísticas de berrea de los últimos años, llegan a la conclusión de que cada año en vez de traer más turismo, visitantes y madurar como recurso turístico, se ha convertido en un esperpento de mayor magnitud.
Desde EMDEMO, la Asociación Empresarial de Monfragüe, (que aglutina a más de 40 empresas y profesionales del alojamiento, hostelería, actividades deportivas y de naturaleza, artesanía y productos agroalimentarios en las 14 poblaciones de la Reserva de la Biosfera de Monfragüe y su entorno…) haciendo balance de las temporadas turísticas de berrea de los últimos años, se ha llegado a una conclusión, cada año en vez de traer más turismo, visitantes y madurar como recurso turístico, es un esperpento de mayor magnitud.
Denuncian que los turistas se van horrorizados y las empresas de observación de fauna tienen que trabajar en otros espacios, pues en la zona de uso Público del Parque Nacional es imposible.
A pesar de ser uno de los espacios protegidos más importantes en términos de biodiversidad y conservación de Europa, el Parque Nacional de Monfragüe se transforma durante la época de berrea en un espacio en el que todo vale, en el que saltarse las leyes es la tónica habitual y en el que la saturación y los comportamientos de los visitantes afecta negativamente a la conservación del espacio y de las especies.
Denuncian públicamente la gestión de las administraciones y entidades competentes, la falta de vigilancia y la tolerancia de dichas administraciones a los incumplimientos de las leyes que afectan a la zona en esa temporada.
Es normal ver arcenes saturados de coches por los que es imposible circular, personas dar de comer a los ciervos a pesar de estar prohibida la alimentación de la fauna salvaje, merenderos junto a colonias de aves con música, luces y fiesta, personas andando fuera de los caminos habilitados tras ciervos y fauna salvaje, conductores y copilotos fareando con focos desde las ventanillas a la fauna en las laderas…
“Todos sabemos en qué puntos del Parque Nacional ocurren estas cosas a cada minuto, no entendemos por qué se permiten y no se sancionan, e instamos a las administraciones competentes a dejar de mirar hacia otro lado, reforzar la vigilancia y hacer cumplir las leyes que protegen la fauna y la flora, que es el recurso más importante del Parque Nacional”
Hace varios años que las empresas que trabajan habitualmente en Monfragüe han tenido que buscar otras zonas donde desarrollar sus actividades en una temporada que debería ser “alta”, “es una vergüenza que los turistas vean el Parque Nacional de Monfragüe como una feria descontrolada, y para muchos, la berrea en Monfragüe sea el hazmerreír de la gestión de un Parque Nacional”.
Además muchos alojamientos de la zona ya no recomiendan a sus huéspedes visitar el Parque Nacional durante la época de berrea.
Si esto sigue así, aseguran, que se convertirá la época de alta ocupación que antes representaba la berrea, en una época en la que no poder trabajar en el Parque Nacional, con estas prácticas los organismos públicos dan la espalda a los habitantes y empresas de la zona.
Por eso, desde EMDEMO se insta a las autoridades competentes a realizar un plan de control de visitantes especial para dichas semanas, para evitar la saturación, aumentar la vigilancia y dar la orden de sancionar infracciones y cumplir la ley, en pro de la conservación y de la mejora del recurso turístico que representa el espacio protegido.