JUAN FRANCISCO LLANO BÁEZ – Ribera del Fresno vivió un día histórico el pasado viernes 13 de diciembre, con la primera procesión del Santísimo Cristo del Rosario tras más de medio siglo de ausencia.

La imagen, restaurada recientemente, volvió a recorrer las calles del pueblo, despertando emoción, devoción y orgullo en toda la localidad.

La talla, obra del escultor Jerónimo de Valencia en 1569, fue cuidadosamente restaurada por la empresa cacereña Gótico Restauración de Obras de Arte S.L., bajo la dirección de la restauradora María Ángeles Penís Rentero.

El proceso consistió en limpiar la imagen, que se había oscurecido con el paso de los años y el humo de las velas, y en sustituir la antigua cruz, completamente deteriorada, por una nueva de madera de castaño.

Un regreso muy esperado

La imagen del Cristo del Rosario, que no salía en procesión desde 1969, fue recibida con una gran participación popular.

El vicepresidente de la Hermandad y Cofradía del Vía Crucis del Santísimo Cristo del Rosario, Jesús María González Iglesias, explicó cómo surgió la iniciativa.

La idea nació poco antes de la última Semana Santa.

Al bajarlo vimos el mal estado de la cruz, y decidimos restaurarlo con la ayuda del Ayuntamiento y la Junta de Extremadura. Es un día único para nuestro pueblo, y no será la última vez.

Está previsto que el Cristo salga en procesión todos los Miércoles Santo, como parte de un Vía Crucis en silencio.

Durante el recorrido, los vecinos más jóvenes pudieron vivir por primera vez la experiencia de ver y llevar al Cristo del Rosario, una talla histórica de gran valor artístico y devocional.

Para muchos, fue una ocasión emotiva:
Hoy tenemos vecinos portando al Cristo que nunca antes lo habían visto en la calle. Es una experiencia única.

La próxima vez, en Semana Santa, el Cristo procesionará sobre unas andas, que ya se están encargando.”, añadió González Iglesias.

Un acto de fe y cultura

El cortejo partió desde la ermita del Santísimo Cristo de las Misericordias hasta la parroquia de Nuestra Señora de Gracia, su ubicación habitual.

Durante la procesión, las campanas repicaban mientras cientos de fieles acompañaban a la imagen, tocándola con respeto y emoción. El acto fue un símbolo de la devoción y del esfuerzo comunitario por recuperar y proteger el patrimonio local.

El párroco de Ribera del Fresno, don José María Redondo Pilo, destacó en su homilía la importancia cultural y espiritual de la restauración. Agradeció al equipo restaurador, a las instituciones implicadas y a los fieles:Hoy hemos recuperado una joya del patrimonio cultural de Ribera del Fresno.

La imagen del Cristo del Rosario pertenece a la escuela castellana, muy distinta a la escuela andaluza de nuestro Cristo de las Misericordias.

Este proyecto comenzó con la intención de acercar el Cristo a los jóvenes, y poco a poco ha crecido hasta convertirse en lo que hoy celebramos.

El sacerdote pacense enfatizó que la restauración no solo devuelve belleza a la imagen, sino que también fortalece la transmisión del legado histórico:Este patrimonio no es mío, ni tuyo, es de todos. Es algo que hemos recibido de nuestros padres y abuelos, y tenemos la obligación moral de conservarlo y entregarlo a las próximas generaciones. Es un testimonio de fe, historia y cultura que nos une como pueblo.

Devoción en las calles

Los fieles destacaron la emotividad del momento.

La imagen, que había permanecido en la ermita durante tres días, fue finalmente colocada en su hogar habitual, la parroquia, arropada por una multitud de devotos. Para los asistentes, no solo fue un acto de religiosidad, sino también un homenaje a la historia de Ribera del Fresno y a su rico patrimonio.

La Hermandad, recientemente constituida, invitó a los vecinos a sumarse a sus filas y participar en la conservación de esta tradición. Los asistentes pudieron inscribirse como hermanos, dejando sus datos en los formularios dispuestos en la parroquia.

Un futuro prometedor

Con el regreso del Cristo del Rosario a la vida pública, Ribera del Fresno da un paso importante en la recuperación de su herencia cultural y espiritual.

La imagen procesionará cada Miércoles Santo, gracias al esfuerzo de la Hermandad y de la comunidad, que han demostrado que la unión y la devoción pueden mover, literalmente, montañas.

Como expresó el párroco Redondo Pilo en su emotiva conclusión:“Demos gracias al Señor, que siempre nos cuida y salva. Sigamos trabajando para que nuestro patrimonio y nuestra fe sigan vivos, y que esta joya que hoy recuperamos sea el legado que entreguemos a nuestros hijos.

La procesión del Cristo del Rosario no solo ha devuelto una imagen histórica a las calles, sino que también ha unido a un pueblo en torno a su fe y su cultura. Ribera del Fresno ya tiene un nuevo motivo de orgullo.